Son certificados negociables emitidos por bancos estadounidenses, en los que se representa la propiedad de un número determinado de acciones de una empresa extranjera; surgieron porque la legislación norteamericana no permite a sus residentes invertir en acciones de compañías domiciliadas en el extranjero. Por tanto, los ADR son equivalentes a paquetes o grupos de acciones, y se negocian en los mercados estadounidenses igual que cualquier otro valor, reflejando las variaciones en los precios de la acción que representan.
Origen: CNMV