Deportes

Cuatro Federaciones en pie de guerra contra los deportistas

Carolina Marín, en 'pie de guerra' contra su federación. Imagen: Reuters

Se entiende que Federaciones y deportistas tienen que ir de la mano. Estas asociaciones deben velar por sus representados, mientras que ellos tienen que proteger los intereses de ellas. Ese ideal en las relaciones está sufriendo en los últimos tiempos serias perturbaciones que afectan a la convivencia entre sus protagonistas. Las instituciones nacionales de tenis, bádminton, vela y fútbol femenino sufren el azote de sus deportistas. Nula comunicación y falta de transparencia y confianza son algunos de los argumentos utilizados para 'plantarse' ante los organismos que les agrupan. Es una rebelión que nos describen hoy desde Revista Elite Sport.

El Consejo Superior de Deportes (CSD) se enfrenta a un problema que acumula tensiones cada día que pasa, mientras se aleja el entendimiento entre ambas partes. Su papel de mediador en algunos casos alcanza tintes de juez y parte posicionándose claramente del lado de los deportistas. Miguel Cardenal, presidente de dicho organismo, ha acusado directamente al presidente de la Real Federación Española de Tenis, José Luis Escañuela, de mentir y manipular. A esto se suma la decisión anunciada por el CSD en el día de ayer por la que suspende de sus funciones al máximo responsable del tenis nacional y a la directiva Olvido Aguilera, tras la apertura de dos expedientes disciplinarios por parte del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD). Más leña al fuego.

Uno de los actores principales que intenta apaciguar los ánimos en esta crisis es el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, quien en una entrevista a Revista Elite Sport señala la importancia de escuchar a los deportistas. "Veo estas relaciones con inquietud. Es muy importante entender lo que el deportista quiere. Cualquier Federación se basa en él, no en otro estamento. Hay Federaciones porque hay deportistas. El pilar son ellos y desde ahí tenemos que partir. Cuando hay una diferencia de opinión lo importante es sentarse y escucharles porque siempre se va a llegar a un acuerdo. Escuchar y el respeto a los deportistas es prioritario".

Algunas relaciones están enquistadas, en un punto de difícil retorno. La polémica entre los tenistas con Escañuela y Gala León, capitana del equipo español de Copa Davis, es la que más repercusión obtiene por el nivel deportivo y mediático de sus deportistas, así como por la proximidad de la eliminatoria ante Rusia. Pero no es la única.

El caso del bádminton está tomando relevancia en los últimos días. Carolina Marín, campeona del mundo y número 1 en el ranking, ha aupado un deporte con escasa visibilidad mediática y le ha dotado de una relevancia que no tenía. Lo que debería ser una balsa de aceite entre Federación y jugadora se ha convertido en un ring de arenas movedizas, llegando la onubense a pedir la dimisión del presidente de esa institución, David Cabello. Tras la tormenta, ha llegado una calma que, aunque tensa, disminuye ligeramente el encrispamiento tras los últimos acercamientos entre Federación y Carolina.

Estas reuniones entre ambos actores son las que defiende Alejandro Blanco para limar asperezas y juntar posturas: "Hay que sentarse a hablar y, cueste lo que cueste, tiene que primar el presente y el futuro del deporte y tener todos claros los objetivos. Esas metas sólo se pueden conseguir yendo de la mano todas las organizaciones. Creo que eso es lo que se está haciendo o se debe de hacer. Hay que pensar que no podemos hablar de un futuro bueno si todas las cosas no están en orden y con tranquilidad".

Moción de censura en vela

La Federación de Vela no escapa tampoco de las turbulencias. Hace escasos días dicha institución rechazaba una moción de censura contra su presidente, José Ángel Rodríguez Santos. Doce federaciones territoriales y cinco clubes náuticos presentaron el escrito, no admitido por "defectos de forma y fondo". Entre otras razones aducen el salario alto del máximo responsable de este organismo, en contraposición con la precaria situación de algunos de sus deportistas, que luchan por acudir a Río 2016 pagándose en algunos casos los gastos de la preparación de su propio bolsillo.

Otro ejemplo de que la unión hace la fuerza, aunque por ahora tampoco hayan obtenido los resultados previstos, es el de la selección española de fútbol femenino. Las 23 jugadoras que acudieron al Mundial de Canadá hicieron público un comunicado en el que expresaban su malestar con el entrenador nacional, Ignacio Quereda, solicitando su cese o dimisión. Este caso afecta de manera directa a la Real Federación Española de Fútbol y a su presidente, Ángel María Villar, que no ha tomado ninguna decisión aún, quizás a la espera de que se enfríe el panorama deportivo, candente aún por la disputa del Campeonato del Mundo.

A la espera de que se arreglen todas estas situaciones se siguen disputando campeonatos, con el horizonte cercano de los Juegos Olímpicos de Río 2016. El agitado escenario que se vive en el deporte no ayuda a la consecución de grandes resultados en competiciones nacionales. La gran sentada del deporte es cada vez más necesaria, pero con ambas partes buscando una solución. ¿Quién es el culpable? Es la pescadilla que se muerde la cola. Federaciones y deportistas batallan sin apenas diálogo. Y mientras, el huevo y la gallina discuten sobre quién llegó primero.

Autor: Juan Pedro Fernández | @jpfernandezriau

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