Cultura

Viena desempolva su imagen de ciudad anticuada con Eurovisión

Por Shadia Nasralla y Victoria Bryan

VIENA (Reuters) - Viena espera que la final del concurso musical de Eurovisión muestre un nuevo lado liberal y alegre de la opulenta capital austriaca cuando la celebración llena de brillo, capas y potentes baladas se apoderen de la ciudad este fin de semana.

Los turistas asocian Viena con arquitectura clásica, compositores, café tradicional, tradicionales casas de café y el Danubio Azul, compuesto en 1866 -imágenes conservadoras que la ciudad quiere superar-.

Recientemente se ha comenzado a proporcionar su cultura e historia imperial a un mayor público incluyendo a viajeros gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (LGTB) con dinero para gastar.

Albergar Eurovisión, el concurso popular entre los fans gays - y que el año pasado ganó el drag queen barbudo de Austria Conchita Wurst - debería tomar esa estrategia como un impulso.

"No la he sentido anticuada en absoluto. Pienso que la imagen liberal es real, no artificial", dijo Ralf, un diseñador gráfico alemán de 49 años con un piercing en la nariz que gastará más de 1.500 euros en su viaje a Viena para celebrar Eurovisión.

"Sabemos que hay algunas mentes ven a Austria como mohosa, aburrida y cualquier otra cosa excepto cosmopolita", dijo a Reuters Ulrike Rauch-Keschmann, portavoz de la organización nacional de turismo de Austria.

Las autoridades de turismo de Austria creen que la victoria de Wurst y su puesta en escena en el espectáculo, visto por más gente a nivel mundial que la Super Bowl, tendrá un efecto duradero en Austria y su imagen.

"Creo que Austria está realmente saliendo de la oscuridad", dijo Ciaran Tuttiett, un británico de 29 años, bebiendo una cerveza en uno de los puntos de retransmisión públicos de Viena. "Utilizan Conchita para promocionarse. Es fantástico."

La ciudad también es conocida por el desfile de orgullo gay, la Rainbow Parade, y el Life Ball, uno de los eventos de caridad de SIDA más grandes del mundo, en el que participaron este año estrellas como Charlize Theron y Sean Penn, Kelly Osbourne, Mary J Blige y por supuesto, Conchita Wurst.

"Viena es ... conocido por algunas comunidades como una de las ciudades más abiertas", dijo Martin Stanits, un portavoz de la Asociación de Hoteles. "Pero con Conchita Wurst y Eurovisión, esta imagen está finalmente llegando a un público más amplio."

La Oficina de Turismo de Viena invierte 1,2 millones de euros en proyectos relacionados con el concurso y espera un retorno de unos 26,5 millones de euros en ingresos y beneficios.

"Ninguna campaña de marketing en el mundo habría significado un impulso tan positivo para la imagen del país", dijo Rauch-Keschmann.

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