(Reuters) - Las lesiones en la ingle son comunes en los deportes que exigen cambios rápidos de dirección, aceleración y desaceleración, y lo son aún más cuando los atletas tienen bajo entrenamiento específico o los músculos internos de los muslos no están debidamente entrenados.
Las lesiones en la ingle son habituales en el fútbol, el hockey, el rugby, el fútbol australiano y gaélico, y el cricket, según precisó la autora principal, doctora Jackie L. Whittaker, del Centro de Investigación en Prevención de las Lesiones Deportivas de la Universidad de Calgary, Canadá.
Recomendó que los atletas "refuercen los aductores y disminuyan el entrenamiento específico fuera de la temporada de juego para rendir mejor durante la temporada real de entrenamiento", agregó.
Los entrenadores también pueden ayudar a prevenir las lesiones con el uso de un programa de precalentamiento neuromuscular adecuado antes de cada práctica y partido, como FIFA11+, que reduce el riesgo de lesiones inferiores y mejora el rendimiento y el equilibrio.
"También hay que tener en cuenta el manejo de la carga, lo que incluye un entrenamiento equilibrado y un programa de recuperación", agregó Whittaker.
Con su equipo revisó 29 estudios sobre la relación entre todos los potenciales factores de riesgo de lesiones en la ingle o las estrategias de prevención y las tasas de lesiones en los atletas (flexores, aductores y uniones de tendones con huesos bajo el término paraguas de "ingle").
Había realizado una revisión similar hacía siete años, así que el equipo incluyó los estudios más recientes en esta actualización publicada en British Journal of Sports Medicine con información de más de 12.000 atletas de entre 12 y 41 años.
Una lesión previa, un aumento de la práctica deportiva, la pérdida de potencia del aductor y un bajo nivel de entrenamiento fueron los factores que aumentaron el riesgo de padecer una lesión en la ingle.
También existe evidencia de que la obesidad, la altura y el rango de movilidad de la cadera no están asociados con ese tipo de lesión, aunque una reducida cantidad de estudios había identificado alguna conexión.
"El proceso y los ejercicios que se utilizan para reforzar la potencia de los músculos aductores de la cadera tienen que estar a cargo de un fisioterapeuta o un entrenador especializado en acondicionamiento muscular", dijo Whittaker. Es más, señaló que no todos los dolores en la ingle deberían tratarse igual.
Aseguró que los ejercicios y las etapas del entrenamiento muscular varían de acuerdo al tipo de dolor, las habilidades y la fuerza individuales, el deporte y las lesiones previas. Dijo que los atletas que tuvieron una lesión en la ingle son dos veces más propensos a tener una nueva lesión que los deportistas sin ese antecedente.
Otra revisión de los estudios publicados sobre las lesiones en la ingle en los jugadores de fútbol, que se publica en la misma edición de BJSM, revela que estos problemas son el 13 por ciento de todas las lesiones y que son dos veces más comunes en los jugadores que en las jugadoras.
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