Cultura

La trombectomía ofrece mejores resultados ante un accidente cerebrovascular

Por Gene Emery

(Reuters Health) - Ingresar en la arteria obstruida de un paciente que está teniendo un accidente cerebrovascular (ACV) para eliminar un coágulo tiende a proporcionar una mejor recuperación que el tratamiento farmacológico, reveló un estudio sobre 500 pacientes de los Países Bajos.

"Atrapar el coágulo y extraerlo de la arteria obstruida para reabrirla produce una gran diferencia en los resultados", dijo el doctor Jeffrey Saver, director del Centro de ACV de la Universidad de California, Los Angeles.

Los dispositivos para extraer los coágulos existen desde hace tiempo, pero "no había un estudio que demostrara que los pacientes evolucionaban mejor".

A los 90 días del ACV, el 32,6 por ciento de los pacientes a los que se les extrajo un coágulo por la arteria cerebral alcanzó independencia funcional, comparado con el 19,1 por ciento de los pacientes tratados con fármacos para disolver el coágulo.

El estudio llamado MR CLEAN, publicado en New England Journal of Medicine, incluyó "a los pacientes con un ACV más enfermos, aquellos con obstrucciones en las principales arterias del cerebro, y que son la mayor carga por discapacidad y muerte asociada con el ACV", dijo por vía telefónica el coautor, doctor Albert J. Yoo, director de Intervención del ACV Agudo del Hospital General de Massachusetts, Boston.

Saver, que no participó del estudio, dijo: "El ACV es una enfermedad más fácil de tratar que hace años".

En todos los casos, la trombectomía se realizó dentro de las seis horas de la aparición de los síntomas. Nueve de cada 10 recibieron primero (antes de la aleatorización) inyecciones del activador del plasminógeno tisular (tPA), que sólo elimina una obstrucción arterial en un tercio de los casos.

"Hasta ahora, los pacientes tenían suerte de recibir tPA por vía intravenosa. Pero la mayoría no obtiene buenos resultados", dijo Yoo.

"Nuestra especialidad estaba buscando una mejor opción y MR CLEAN demostró que la tenemos. No hubo diferencia en la tasa de mortalidad y todas las demás categorías registraron una mejoría", agregó.

Hubo una sola diferencia significativa en los efectos adversos: el 5,6 por ciento de los pacientes a los que se le extrajo el coágulo tenía signos de haber tenido otro ACV dentro de los 90 días posteriores, versus el 0,4 por ciento en el grupo control.

Comparaciones previas entre el tPA y los dispositivos para extraer coágulos habían proporcionado resultados no tan promisorios, dijo el doctor Sidney Starkman, codirector del centro de ACV de UCLA y que participó en dos de esos estudios.

Eso generó interés en los dispositivos para eliminar los coágulos. Y el nuevo estudio describe los avances que se registraron en estas tecnologías y los últimos datos deberían renovar el interés en esos dispositivos, opinó Starkman.

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