Por Dorene Internicola
NUEVA YORK (Reuters) - Desde flexiones en el banco de un parque a dominadas en un pasamanos, los expertos de salud dicen que las posibilidades de entrenamientos en parques y zonas de juego merecen la consideración incluso de los usuarios de gimnasio más conservadores.
Durante los cálidos días de verano los ejercicios al aire libre ofrecen nuevas formas de levantar el ánimo, reconectar con el niño interior e incluso quemar algunas calorías.
A Chris Freytag, un entrenador personal y consejero de salud del Consejo Estadounidense de Ejercicio, le encanta el gimnasio, pero vive en Minneápolis, en Estados Unidos, una ciudad conocida por sus inviernos brutales.
"Soy un gran creyente en el cambio de escenario, de alejarse de la misma cinta de correr, del mismo lugar. Y hay algo en el aire fresco y en cambiar de espacio", dijo Freytag, que dirige grupos de entrenamiento en parques y estacionamientos durante los meses de verano.
El terreno cambiante también puede inspirar al deportista solitario a combinar.
"Me encantan las colinas: cada vez que veas una colina o una escalera, lánzate a por ella", dijo Freytag. "Sube y baja bordillos y bancos de los parques".
Las investigaciones sugieren que el impulso del aire libre puede ser mental además de físico. En un estudio de 2014 que enfrenta la actividad de interior con la de exterior publicada en la revista de Applied Psychology: Health and Well-Being los investigadores analizaron datos de encuestas de Finlandia.
Descubrieron que la naturaleza añade un valor añadido a los beneficios de la actividad física y entrenar repetidamente en la naturaleza está vinculado con el bienestar emocional.
En su libro "Beat the Gym" el entrenador de 'running' de Connecticut Tom Holland dijo que usar una cinta de correr es ligeramente más fácil que correr sobre el suelo.
"No tienes que enfrentarte a los cambios de terreno, ni a la resistencia del viento" dijo, añadiendo que el grado cero de inclinación de la mayoría de máquinas es, de hecho, ligeramente cuesta abajo.