
Cuando el encanto de los intérpretes es fundamental y el contacto con los espectadores, vital, puede pasar lo que esta noche en la Bienal de Venecia: que un espacio vacío y una obra sin texto enamore desde el minuto uno a la audiencia. Lo han logrado Jan Lauwers y los alumnos de su taller.
Eran quince, entre ellos el español Nao Albet -de la serie de TVE "Cuéntame"-, y ellos solos, con sus "cuerpo a cuerpo", han defendido las declinaciones y derivadas de la breve introducción que ha hecho uno de los actores sobre los "errores" de uno de los directores teatrales más prestigiosos del mundo, Peter Brook (Londres, 1925).
"En 1968 Peter Brook habló del espacio vacío. ¿Qué es un espacio vacío? Cierren los ojos. ¿A que ahora ven otra cosa y a que sigue sin estar vacío? Antes estaba lleno de sus ganas, de sus expectativas y ahora de lo que está ocurriendo", ha desarmado el actor las "leyes" de Brook.
El teatro, ha añadido, siempre es un grupo de gente haciendo cosas que otros valoran y no hacen; es comunicación, interpretación, ritmo y tensión y los errores son necesarios porque "el arte es el tiempo que hay entre los errores", ha añadido.
Entonces han aparecido los otros actores-alumnos, se han sentado en una hilera de sillas colocada fuera del escenario, se han quedado en ropa interior y Albet ha "meditado" sobre la importancia del paso del tiempo y su significado marcando al público la manera en que debe relacionarse con su espectáculo: "ahora, cierren los ojos cinco segundos", "ahora escuchen el silencio otro siete", pedía.
Mientras tanto, por tandas o todos juntos, los actores han hecho muecas y deformado su cuerpo; se han dado violentos golpes en el suelo zancadilleados por "la muerte"; se han desnudado; han bailado una conga y, al final, han hecho los coros en canon a Albet, que pedía "haz el amor esta noche".
Esa ha sido la "genial" propuesta, en palabras del director de la la sección de teatro de la Bienal de Venecia, Alex Rigola, surgida de los seis días de trabajo comandados por Lauwers (Antwerp, 1957), que ha vuelto a expresar sus inquietudes por el teatro narrativo, en el que el personaje y el actor se confunden, y que ha titulado "Just for Venice".