El Palacete del Embarcadero de Santander muestra 55 figurines y grabados del Picasso

SANTANDER(SAN.MC) 5 (EUROPA PRESS)

El Palacete del Embarcadero de Santander mostrará a lo largo del mes de junio 55 grabados de Picasso entre los que destacan 30 figurines y tres decorados diseñados en 1919 para el ballet 'El Tricornio'. Se presenta así su búsqueda del "arte total" en la que trata de aunar todas las artes, una labor plasmada en 'El Tricornio', con el que la danza "se abre a la modernidad".

Esos trabajos diseñados para el ballet, estrenado en Londres en 1919, se acompañan de otros 22 grabados del artista realizados entre los años 1968 y 1973, "puros recuerdos de juventud", en los que vuelve a reflexionar sobre la danza y se ofrece una visión diferente del artista, que al final de su vida aparece como mero "contemplador".

El comisario de la muestra, Juan Carrete, presentó hoy la exposición, titulada 'Picasso. La Danza', organizada por Bancaja con fondos de su colección y que podrá visitarse hasta el 6 de julio en el Palacete. En ella, junto a los figurines y grabados, se proyecta además una reconstrucción del ballet 'El Tricornio', también conocido como 'El sombrero de tres picos'.

Carrete subrayó la relación "total y absoluta" de Picasso con la danza, de la que era un "enamorado", y se refirió al artista como una persona que buscaba "el arte total", tratando de aunar todas las artes. Ejemplo de ello es el diseño de vestuarios y decorados para 'El Tricornio' --no fue el único ballet para el que realizó diseños--, un montaje que impulsó el fundador de los Ballets Rusos, Serguei Diághilev, con la intención de buscar la "esencia" de España.

El resultado fue el estreno del ballet en 1919 en Londres, con libreto de Gregorio Martínez Sierra, música de Manuel de Falla, coreografía de Léonide Massine y vestuario de Picasso, bajo la realización de Yvon Gérault y a cargo de los Ballets Rusos. Ese ballet es, en opinión de Carrete, el que "abre la danza a la modernidad".

La recreación realizada después en el año 1993 en la Ópera Nacional de París, basándose de nuevo en los dibujos de Picasso, es la que se puede ver ahora en el Palacete, acompañada de los figurines. Los primeros son de inspiración goyesca, pero en los personajes secundarios Picasso juega con "absoluta libertad" y remite a temas tópicos, como la celestina o los lisiados, junto con otros nuevos, los locos.

Según explicó el comisario de la exposición, esta relación de Picasso con la danza terminó en 1924. Desde entonces no volvió a trabajar en torno a ella, se volvió "más crítico y menos aburguesado" y se inclinó "hacia el surrealismo, sobre todo de tipo crítico".

No fue hasta 1968 cuando retomó sus reflexiones en torno a la danza, pero ya como observador y desde otra perspectiva. A esta última etapa corresponden los otros 22 grabados recogidos en la muestra, correspondientes a las Suites 347 y 156.

SEGUNDA CITA EN EL PALACETE.

Esta muestra de Bancaja supone la segunda cita expositiva organizada por la entidad en el Palacete del Embarcadero. La otra fue el pasado año y representó el punto de partida de la colaboración de Bancaja con la Autoridad Portuaria de Santander y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

En esta ocasión, la exposición podrá visitarse desde hoy al próximo 6 de julio, en el horario habitual del Palacete: de martes a domingo, de 11.30 a 13.30 y de 18.00 a 21.00 horas.

Bancaja inició las exposiciones monográficas de Picasso en el año 2003. La entidad ha adquirido diversas series del artista y su colección cuenta ahora con siete obras completas: las 'Suite Vollard', 'Suite 347' y 'Suite 156', 'La caja de remordimientos', 'Retrato de familia', 'Los fumadores' y la 'Suite 60'.