
Ernest Hemingway y Marlene Dietrich se conocieron en 1934 en un crucero que iba de París a Nueva York. Desde entonces entablaron una gran amistad, pero nunca fueron amantes, por lo menos hasta donde se conoce. En la correspondencia que se intercambiaron es palpable el afecto que se tenían. Ahora, una carta bastante explícita que forma parte de una colección de 250 objetos personales de Marlene Dietrich va a ser subastada a finales de marzo.
El texto comienza con los consejos que el autor ofrece a su amiga ante sus quejas por la puesta en escena del espectáculo que está protagonizando en Las Vegas y acaba con un testimonio surrealista, en el que se imagina a la actriz "desnuda y borracha", según recoge ABC.
"Si yo actuara, probablemente aportaría algo novedoso, como dispararte en el escenario, borracho, desde un auto propulsado. Mientras tú apareces en el escenario, borracha y desnuda, yo avanzaría desde la parte trasera, o en tu parte trasera, llevando ropa de noche, y me la quitaría rápidamente para cubrirte con ella, dejando al descubierto el cuerpo de Burt Lancaster", escribe Hemingway.
Hemingway termina con una frase irónica y fatalista sobre la naturaleza de la fama: "Creo que se podría decir que tú y yo hemos ganado todo lo que la gente no pudo tener. ¿Y qué? Y mierda. Te quiero como siempre. Papa".