Cultura

Bélgica, lista para extender el "derecho a morir" a los niños terminales

BRUSELAS (Reuters) - Bélgica va camino de convertirse en el primer país que permita la eutanasia para niños de cualquier edad con enfermedades terminales, cuando el jueves la cámara baja de su Parlamento vote una nueva ley sobre el "derecho a morir".

El proyecto de ley, que ha pasado por el Senado, va más allá de la ley pionera holandesa que fijó una edad mínima de 12 años para los niños juzgados como suficientemente maduros para decidir poner fin a sus vidas.

La iniciativa cuenta con apoyo popular en Bélgica, donde la eutanasia adulta se legalizó en 2002. Debería aprobarse con facilidad en la Cámara de Representantes porque muchos partidos de oposición la apoyarán junto con el gobierno de socialistas y liberales.

Los democristianos, aunque son miembros de la coalición del primer ministro Elio di Rupo, se oponen al proyecto de ley. Líderes cristianos, musulmanes y judíos la han denunciado en una rara declaración conjunta y los obispos católicos han organizado días de oraciones y ayunos contra ella.

"Esto no se trata de inyecciones letales para niños. Se trata de niños enfermos terminales, cuya muerte es inminente y que sufren enormemente", dijo Carina van Cauter, diputada de los Liberal Demócratas flamencos, que respaldan la ley.

"Hay revisiones y equilibrios en la ley para impedir el abuso", dijo acerca del texto, que necesitará la firma del rey Felipe antes de entrar en vigor.

Los niños que quieran poner fin a sus vidas deben ser "capaces de discernir", dice la ley, y los psicólogos deberán examinarlos para confirmar que entienden lo que están haciendo. Los padres también deben aprobar la decisión de sus hijos.

Los defensores de la ley dicen que esas salvaguardas descartarán a los que sean muy jóvenes y a los adolescentes sin suficiente madurez para decidir.

"TERRENO RESBALADIZO"

Sus detractores han rechazado las normas como arbitrarias y advirtieron de que podrían llevar a un terreno resbaladizo por su interpretación y a una "banalización" de la eutanasia.

Las leyes belgas sobre la eutanasia se sometieron al escrutinio internacional el año pasado después de conceder el derecho a morir a dos hermanos gemelos sordos que estaban a punto de quedarse ciegos, y a una persona transexual después de una operación de cambio de sexo no exitosa.

La nueva ley especifica que los niños que piden la eutanasia deben ser enfermos terminales y no sólo padecer sufrimiento insoportable, que es la cualificación para los adultos.

La enfermera belga Sonja Develter, que ha cuidado de unos 200 niños en las etapas finales de sus vidas desde 1992, se opone firmemente a la ley.

"En mi experiencia como enfermera, nunca he tenido a un niño que haya pedido poner fin a su vida", dijo Develter a Reuters antes de la votación.

Pero las peticiones de eutanasia a menudo procedieron de padres de que estaban emocionalmente agotados después de ver a sus hijos luchando por su vida durante mucho tiempo, agregó.

/Por Robert-Jan Bartunek/

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