Cultura

Las quejas se ahogan mientras cobra fuerza la fiesta de Sochi

SOCHI, Rusia (Reuters) - Tras aguantar durante años polvo, ruido y los atascos de tráfico mientras su deslucida ciudad turística se transformaba en un núcleo deportivo moderno, los habitantes Sochi pueden juzgar finalmente por ellos mismos si valió la pena.

Mientras los Juegos Olímpicos de invierno, que han costado 51.000 millones de dólares, empezaron a funcionar a pleno rendimiento el domingo, las respuestas de los espectadores, que veían el Parque Olímpico en marcha por primera vez, fueron un rotundo "Sí".

"Es simplemente fantástico", dijo Sergei Klyuyev, natural del área Adler, donde se construyó el parque, mientras caminaba con su familia, admirando los estadios y disfrutando del ambiente festivo.

"Han estado construyendo aquí durante cinco años pero mira a nuestro alrededor. No lamentamos nada, ni siquiera el coste".

Algunos residentes de Sochi siguen enfadados porque albergar los Juegos implicó convertir la ciudad en lo que incluso el presidente Vladimir Putin describió como el mayor lugar de construcción del mundo, e incluso crearon una web - Blogsochi.ru - para ventilar su cólera.

En el centro de la ciudad subtropical en el extremo occidental de las montañas del Cáucaso, las grúas aún permanecen en bloques de apartamentos a medio terminar.

Pero los críticos no se dejaban ver en los recintos más alejados del centro de Sochi cuando comenzaron los Juegos, en parte porque algunos tienen prohibido viajar a Sochi y también por la buena impresión creada por los nuevos estadios.

Putin espera que los Juegos retraten a Rusia como un estado moderno, exitoso y próspero, y las protestas amenazarían eso.

"Definitivamente, hay personas que tuvieron duros momentos aquí", dijo Yevgenia Mertilova, en referencia a los cientos de personas cuyas casas fueron derribadas para dejar sitio a los edificios olímpicos y fueron reubicadas en otros puntos del estado.

Pero, mientras caminaba junto al principal estadio, Fisht, con su bebé de nueve meses, dijo: "Mira lo buenos que son estos estadios. Después de los juegos habrá un centro comercial aquí, lo que sólo puede ser bueno. Estoy impresionada".

"MEJOR QUE 1980"

A un lado del parque, unos hombres con túnicas rojas de campesinos y mujeres con coloridos vestidos azules y blancos realizaban bailes tradicionales al ritmo de balalaicas.

En el centro, la llama olímpica ardía con fuerza en su pebetero situado sobre una torre en el parque. En las fuentes aledañas, los chorros de agua subían y bajaban al ritmo de Pyotr Tchaikovsky.

"Estuve en las Olimpiadas de Moscú 1980 y esto es mucho más grandioso", dijo Nadezhda Kharitonova, una mujer de unos setenta años que llevaba su mejor vestido de domingo y guantes blancos, que caminaba junto a su esposo.

"Todo se debe a Putin. Sin él, nunca hubiera sucedido. Sea cual sea el coste, ha merecido la pena", dijo.

No obstante, había unos pocos en la multitud que seguían descontentos por el alto precio.

Un hombre que se identificó sólo como Vasily dijo que había pedido una excedencia de su trabajo como diseñador de ropa para trabajar como limpiador en los Juegos para poder empaparse del ambiente.

"Es un acontecimiento único en el mundo. Quería verlo desde dentro", dijo, con la escoba en una mano. "Es alucinante pero por supuesto el coste es demasiado alto para Rusia. Se debería pensar más en los muchos pobres del país".

/Por Timothy Heritage/

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