
Ha sido guionista de La buena estrella, ha dirigido Una palabra tuya, basada en la novela de Elvira Lindo del mismo título y que aún está pendiente de estreno, y también hizo sus pinitos como actriz siendo una niña. Pero la faceta más visible de Ángeles González-Sinde de un tiempo a esta parte es la de presidenta de la Academia de Cine español. Y cómo no, de cine hemos hablado con ella.
P Estará ya un poco cansada de oír eso de la crisis del cine español, pero hace poco ha declarado que el principal problema es la financiación. ¿La culpa, entonces, es de los bancos?
R Este negocio es un puzle, y hacen falta todas las piezas. Es cierto que el dinero es importante, pero aspectos tan importantes como la distribución y la exhibición están muy mermados. Y como cualquier producto, para venderlo hace falta que esté en las tiendas. De todos modos para invertir en cine son muy importantes las desgravaciones. ¡Lo que nos costó convencer a Solbes!
P Esto sí se hace en otros países ¿no?
R Pensamos, por ejemplo, que el cine americano opera con otra reglas, y no es así. Ellos vivieron en los años 60 un tremendo bajón de espectadores, y tomaron medidas que dependían directamente de la secretaría de Comercio, no de la de Cultura.
¡Tienen desgravaciones fiscales de hasta el 100 por cien! Ellos tienen muy claro que el cine pertenece a la industria del entretenimiento y que es una forma más de hacer negocio, y de esta forma nos han vendido muy bien su forma de vivir, de vestir, sus ciudades, su comida, etc, a través de las películas. Incluso el Plan Marshall contemplaba ayudas para mantener el cine americano.
P Para hacer una película hace falta prácticamente montar una empresa ¿no?
R Ésa es la desventaja, que hacer cine es como crear una compañía que sólo fabrica prototipos. Montamos una empresa que sólo saca un producto al mercado, y nos lo jugamos todo en él.
P Cómo no hablar de subvenciones y cine . Usted siempre ha dicho que todas las industrias reciben dinero público y nadie se queja tanto...
R ¡Es que es verdad! Reciben subvenciones industrias como la del tabaco y la automoción. Enseguida cualquier gobierno autonómico sale para ayudar a cualquier empresa que corra peligro. Fíjese en esta luz que tenemos encendida ahora mismo.
La electricidad también recibe subvenciones, y genera mucho menos empleo que el cine , por ejemplo. Nadie pregunta por las orquestas, que están totalmente subvencionadas, por la música clásica... Reconozco que deberíamos dar más datos económicos al respecto, para acabar con determinados tópicos.
P ¿Están bien organizadas las ayudas?
R Bueno, es que son ayudas según el resultado que se obtenga en taquilla. Si no te va bien, hay que devolverlas, cuando debería ser al revés. Aquí se incentiva el éxito.
P ¿Cómo convive la industria del cine con Internet y con la TDT?
R Pues muy mal, como le pasa a la industria del disco. No estábamos preparados para esto. Además, hace dos semanas Estados Unidos nos ha incluido en la lista negra de países con los que no conviene comerciar, porque somos el país europeo que más descargas ilegales de películas hace. Es brutal.
Pero para analizar la pérdida de espectadores resulta demasiado fácil echarle la culpa a la mala calidad de las películas, a la parte creativa. Fíjese que hace unos días han salido los datos de las ventas de discos. Y caen en picado, pero nadie le echa la culpa a que Estopa, Alejandro Sanz o Estopa estén poco inspirados. El cine recibe siempre demasiada atención negativa.
P A lo mejor es que tenemos muchos prejuicios ¿no? Nos espanta que triunfen películas como 'Torrente' y alabamos que Estados Unidos nos regale 'Million dollar baby', cuando también es el país que exporta 'Scary Movie' y 'Casi 300'...
R ¡Y Supersalidos! Es que seguimos pensando que lo que viene de fuera es maravilloso y lo nuestro es de segunda. Si basamos taquilla en calidad entonces yo estoy encantada de que me comparen con Claude Chabrol y con James Ivory. Y luego está el componente del exotismo, ese cine iraní o coreano que tanto se lleva ahora. Pero no nos damos cuenta de que sólo nos llega lo seleccionado.
Yo, que voy a muchos festivales, le aseguro que el cine español tiene muy buena imagen fuera. Claro, es que vemos las diez películas más interesantes de cada país, pero Francia también tiene sus Torrentes... Y hay películas de ese cine tan moderno que si las hago yo con Álex Angulo y Maribel Verdú en un piso de Chamberí me tiran piedras (risas).
P ¿Por qué a los actores españoles se les llama 'titiriteros' si apoyan a Zapatero y no dicen lo mismo si Scarlett Johansson apoya a Barack Obama?
R A mí me parece que esto tiene que ver con la Transición, que se acordó que sólo podían hablar de política los políticos y los periodistas. En Estados Unidos se habla de política y nadie dice que su cine es una basura. Marlon Brando, al recoger su Oscar, hizo discurso político, como Michael Moore y como hacen los propios presentadores de las galas. ¡Y nadie cambia su opinión sobre los actores que hablan!
Si les gusta irán a ver sus películas. Yo no sé cuánta de esa gente se habrá tragado todas las ceremonias de los Oscar, que anda que no tienen partes aburridísimas. Hacen igual que aquí, todo el mundo se lo dedica a sus padres y sus abuelos. Si se da cuenta, de lo único de lo que se habló en los últimos Goya fue de lo que dijo Alberto Sanjuan sobre la Conferencia Episcopal. No me diga que no es sorprendente...