Cultura

Obama respalda el proyecto de ley bipartidista sobre el sistema inmigratorio

WASHINGTON (Reuters) - El presidente de Estados Unidos respaldó el martes un proyecto de ley destinado a reformar el sistema inmigratorio del país desarrollado por un grupo de senadores demócratas y republicanos, y dijo que la iniciativa es "mayormente consistente" con sus principios sobre el tema.

Obama, que había dicho previamente que presentaría su propia versión si no quedaba satisfecho con la propuesta del Senado, instó al Congreso a debatir rápidamente la iniciativa y afirmó que está dispuesto a "hacer todo lo que sea necesario" para ayudar a promulgarla.

El presidente demócrata hizo declaraciones tras reunirse con dos de los principales impulsores de la medida, el senador republicano John McCain y el senador demócrata Charles Schumer.

El apoyo del presidente y de ambos partidos a la propuesta aumenta sus posibilidades de recibir la aprobación del Congreso, pero de ninguna manera lo asegura.

Los cuatro demócratas y cuatro republicanos que elaboraron la medida legal indicaron el martes que se estaban preparando para meses de batallas en el Congreso antes de su aprobación, y se espera que el mayor desafío provenga de la Cámara de Representantes, que está controlada por los republicanos.

Parte de esa oposición surgió el martes, aún cuando varios miembros de la Cámara baja - incluidos los líderes republicanos - decidieron permanecer en silencio durante el día tras el atentado en el maratón de Boston ocurrido el lunes.

El representante republicano Lamar Smith de Texas criticó el plan de los senadores y dijo que alentaría un mayor flujo de inmigrantes ilegales, favorecerá a los trabajadores extranjeros y tratará a los indocumentados mejor que aquellos que se atuvieron a las leyes.

McCain, que perdió en las elecciones presidenciales de 2008 ante Obama, advirtió que la eliminación de cualquiera de los pasajes clave de la compleja ley podría poner en peligro toda la iniciativa.

Afirmó a periodistas que la ley fue "ciudadosamente elaborada" para mantener el apoyo de republicanos, demócratas y de diversos grupos de interés y que "si ciertas cosas se cambiaran perderíamos a un bando u otro".

Por estas y otras razones, el senador republicano Marco Rubio, otro de los impulsores de la propuesta inmigratoria, dijo que el grupo del Senado planeaba tomarse el tiempo necesario para afinarla.

"Es un tema complicado y creo que la gente quiere saber más sobre eso", dijo a periodistas el legislador cubano-americano. "Esto tomará un tiempo. No se hará en una semana, y siendo realmente sincero, tampoco ocurrirá en un mes", advirtió.

SEGURIDAD EN FRONTERAS

Según la propuesta, los inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos antes del 31 diciembre de 2011 y se mantuvieron de manera continua en el país podrían solicitar un estatus legal "provisional" a partir de seis meses después de que el proyecto de ley sea promulgado por el presidente.

Pero más allá de eso, tendrían que esperar una década o más sin recibir beneficios federales, mientras el Gobierno cumple con una serie de condiciones estrictas para proteger las fronteras de Estados Unidos y aplicar la ley actual de inmigración.

Miles de millones de dólares en nuevos fondos serían canalizados hacia seguridad fronteriza adicional para disuadir a las personas de evitar la detección al cruzar la frontera de México con Estados Unidos.

La medida se centrará en reforzar zonas porosas en "alto riesgo" como partes de Arizona, donde las agencias del orden han tenido menos éxito en asegurar la frontera, en parte debido a un terreno más accidentado.

El proyecto de ley establece un objetivo de detener el 90 por ciento de los cruces ilegales en las secciones con más riesgo de la frontera sur con México, ya sea por la captura de personas u obligándolos a regresar a su país.

VISAS Y GRUPOS DE PRESION

La propuesta expandirá el acceso de trabajadores de alta y baja cualificación a las empresas estadounidenses, en un intento por mantener satisfechos a los sindicatos con disposiciones que evitarán que las compañías contraten a empleados extranjeros o inmigrantes a menor coste cuando existan estadounidenses disponibles para llenar esas vacantes.

En el sector de la tecnología, la ley incrementa el número de visados disponibles para trabajadores altamente cualificados en cargos especializados, aunque impone nuevos requisitos salariales para evitar reducciones de pagos en el caso de los empleados estadounidenses.

El intenso trabajo de grupos de presión, que podría complicar la aprobación del proyecto de ley, ya se está percibiendo, por ejemplo por la insatisfacción en torno al límite impuesto sobre el número de vacantes para extranjeros en el sector de la construcción.

De todas formas, un experto en inmigración que fue informado sobre los detalles de la reforma antes de que fuera revelada a los periodistas la describió como "un proyecto de ley muy inteligente, estratégico y con miras al futuro".

Más allá del énfasis en el control de las fronteras y las visas, "el camino a la ciudadanía estadounidense" sigue siendo el corazón del proyecto de ley, incluso pese a que la frase no fue utilizada en el resumen entregado a la prensa.

/Por Caren Bohan y Richard Cowan/

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky