NUEVA YORK, EEUU (Reuters) - El noreste de Estados Unidos regresaba lentamente a la normalidad tras el paso de la devastadora tormenta Sandy, que paralizó el transporte, cortó la electricidad de millones de familias y mató al menos a 45 personas con una enorme marejada y lluvias que provocaron grandes inundaciones.
Los mercados financieros reabrieron y el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, hizo sonar la campanilla al inicio de la sesión de la Bolsa de Nueva York.
Los autobuses circulaban abarrotados de trabajadores porque el metro seguía detenido después de que la crecida del mar dejara inundados los túneles.
Los aeropuertos John F. Kennedy en Nueva York y Newark operaban con servicios limitados tras la cancelación de miles de vuelos. El aeropuerto LaGuardia, en Nueva York, estaba inundado y permanecía cerrado.
Se necesitarán días o semanas para recuperarse de las enormes interrupciones al transporte público y el sistema de energía.
A seis días de las elecciones del 6 de noviembre, el presidente Barack Obama visitará varias zonas afectadas por las inundaciones en la costa de Nueva Jersey, donde Sandy tocó tierra el lunes.
Obama irá con el gobernador del estado, el republicano Chris Christie, un firme defensor del candidato presidencial republicano Mitt Romney. Sin embargo, Christie ha elogiado a Obama y la respuesta federal a la tormenta. El jueves, el presidente, retomará su ritmo de campaña.
La tormenta dejó 27 personas muertas en el estado de Nueva York y otros siete estados declararon fallecidos.
Una compañía de estimación de costes de desastres dijo que Sandy podría haber provocado hasta 15.000 millones de dólares en pérdidas aseguradas.
Sandy causó 69 muertos en el Caribe la semana pasada antes de que azotara a la costa este de Estados Unidos, donde trajo desde fuertes vientos hasta nieve en los montes Apalaches y otras áreas.
La debilitada Sandy avanzaba ahora lentamente sobre Pensilvania, dijo el Servicio Nacional Meteorológico. Había advertencias de tormenta invernal desde el suroeste de Pensilvania al este de Tennessee.
MANHATTAN
Golpeada por una subida récord de casi 4,2 metros del nivel de agua, grandes zonas de la ciudad de Nueva York permanecían sumergidas. En el municipio de Staten Island, la policía utilizó helicópteros para rescatar a residentes atrapados.
Al otro lado del río Hudson en Hoboken, Nueva Jersey, miembros de la Guardia Nacional llegaron para ayudar a los residentes a achicar el agua de sus hogares, dijo la ciudad en su cuenta de Twitter.
Más de 8,2 millones de casas y negocios permanecían sin electricidad en varios estados. En Nueva Jersey, Christie dijo que podría tomar entre siete y 10 días que se restaurara la electricidad en todo el estado.
Varias vías y túneles del metro y tren de cercanías que cruzan debajo de la ciudad de Nueva York y transportan a varios millones de personas al día estaban inundados.
En la mitad sur de la isla de Manhattan, un cuarto de millón de residentes no tenía luz después de que un transformador explotara el lunes por la noche en una subestación de Con Edison.
PROBLEMAS CON EL TRANSPORTE PÚBLICO
La ciudad de Nueva York probablemente afronte problemas con el servicio de metro cerrado durante días, dijeron autoridades.
Los autobuses funcionaban con limitaciones y muchos neoyorquinos tenían que caminar largas distancias o tratar de tomar algunos de los escasos taxis en las calles.
La maratón del domingo en Nueva York se realizará como estaba previsto, pero el desfile de Halloween de la noche del miércoles a través de Greenwich Village fue pospuesto. En Broadway, la asociación de teatros anunció que la mayor parte de sus espectáculos reanudaría sus funciones el miércoles.
En Nueva Jersey, Christie realizó el martes un recorrido en helicóptero de la zona devastada junto a la costa, donde había botes a la deriva, los paseos peatonales habían quedado destruidos y los caminos estaban bloqueados por enormes montones de arena.
Se detuvo en los gravemente dañados centros turísticos de Belmar y Avalon.
"Caminé por este lugar en el verano, y el hecho de que la mayoría se haya ido es simplemente increíble", dijo en una detención.
Sandy golpeó a la costa este de Estados Unidos una semana antes de las elecciones presidenciales, interrumpiendo una campaña sin precedentes para animar a la gente a votar de forma anticipada y planteando preguntas sobre si algunos centros de votación estarán listos para abrir el 6 de noviembre.
Obama se enfrenta a un riesgo político si el Gobierno no responde bien, como fue el caso de la fallida gestión de su predecesor George W. Bush del paso del huracán Katrina en 2005.
Obama y Romney aplazaron la campaña por segundo día consecutivo, pero Romney planeaba retomar la campaña en Florida el miércoles y Obama parecía que iba a reanudarla el jueves.
Sandy se convirtió en la tormenta más grande que ha azotado Estados Unidos en varias generaciones al llegar a la costa con vientos con fuerza de huracán el lunes cerca de Atlantic City, en Nueva Jersey.
/Por Edward Krudy y Daniel Bases y Ellen Wulfhorst/