(Reuters) - Los programas de adelgazamiento pueden ayudar incluso a los niños muy jóvenes a perder peso y, si se aplican pronto, parecen mejorar sus posibilidades de éxito, según dos estudios europeos.
Un exceso de peso durante la infancia suele mantenerse en la edad adulta, donde se ha relacionado con enfermedades cardiacas, diabetes y otros problemas de salud.
En un estudio que se publicó en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, científicos holandeses descubrieron que niños con sobrepeso de entre tres y cinco años se vieron beneficiados por una dieta para perder peso al menos varios meses después de haberla terminado.
Por otro lado, un informe procedente de Suecia mostró que el sobrepeso y la obesidad infantil en niños de menos de 10 años tenían muchas más posibilidades ser subsanadas que el de adolescentes que habían seguido el mismo tratamiento sobre el comportamiento.
"Lo que están mostrando es una tendencia bastante consistente de que si se interviene pronto, podemos tener realmente un efecto en cambiar la trayectoria del aumento de peso de los niños", dijo Elsie Taveras, una pediatra de la Escuela Médica de Harvard y del Hospital Infantil de Boston, coautora de un artículo sobre las conclusiones.
Taveras dijo que hay evidencias claras de que prestar atención a los niños pequeños puede ser una forma prometedora de detener la epidemia global de obesidad. En 2008, más de un tercio de los jóvenes estadounidenses sufrían sobrepeso u obesidad, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades.
Los números han aumentado también en Europa, aunque en menor medida que en Estados Unidos.
Los investigadores holandeses, liderados por Gianni Bocca del Hospital Infantil Beatrix de Groningen, estudiaron 75 casos de niños con sobrepeso a los que se había asignados de forma aleatoria un tratamiento habitual o un programa intensivo de pérdida de peso. El programa duraba cuatro meses e incluía 25 sesiones con un dietista, ejercicio y, para los padres, un asesoramientos sobre su comportamiento.
Un año después de que comenzase el estudio, los niños del grupo del programa intensivo habían engordado 1,9 kg de media, y aquellos que habían sido sometidos a un tratamiento habitual habían cogido otros 3 kg.
Aunque esta diferencia podría haberse debido al azar, había una diferencia estadística en el índice de masa corporal (IMC), una medida que relaciona la altura con el peso.
Los niños sometidos al programa intensivo redujeron un punto su IMC, mientras que los otros no sufrieron ningún cambio.
"La magnitud del efecto, especialmente poco después de la intervención, no fue muy grande, pero lo que necesita tenerse en cuenta es que esos niños estaban creciendo", dijo Taveras.
"Los que están mostrando estas intervenciones es que puedes tener un efecto y esperemos que estas intervenciones cambiarán la trayectoria de estos niños cuando crezcan".
Advirtió, sin embargo, que los resultados de un estudio realizado en Suecia, dirigido por Pernilla Danielsson del Instituto Karolinska de Estocolmo, se basaron en observaciones en vez de en un experimento.
Esto significa que es posible que esos niños de entre 14 y 16 años, que sufrieron efectos muy escasos o nulos en su tratamiento, pudieran haber sido casos particularmente complicados.
Aún así, Taveras dijo que es una buena prueba que a los niños con sobrepeso que empezaron sus programas de adelgazamiento temprano les resultara más fácil adelgazar.
"Espero que en unos pocos años haya más ejemplos de programas que no sean sólo clínicos y que podamos mandar también a las familias", dijo.
FUENTE: http://bit.ly/PoqxGc