El escritor Philip Roth, el ausente en los Príncipes de Asturias

MADRID (Reuters) - El escritor estadounidense Philip Roth fue el gran ausente el viernes de la gala de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, que en su edición 32ª distinguió también al arquitecto español Rafael Moneo y a los futbolistas españoles Iker Casillas y Xavi Hernández, amigos y rivales deportivos.

Esta edición de los galardones recordó tanto a los grupos humanitarios como a la lucha contra las enfermedades degenerativas, la filosofía o la creación de videojuegos que ya forman parte de la cultura popular. Sobre Casillas y Hernández, que recibieron el galardón al deporte, el príncipe destacó tanto su habilidad como la cordial relación que les une.

"Son un modelo para los jóvenes por su deportividad y buen juego, sin duda: pero también por su actitud conciliadora y por esa amistad de años", dijo el príncipe Felipe en la gala de los premios, en el Teatro Campoamor de Oviedo, sobre los integrantes de la histórica selección nacional campeona del Mundo y de Europa.

En su discurso, el heredero de la Corona española se refirió también a la actualidad económica y pidió a la clase política que se dedique a encontrar soluciones a la crisis: "No cabe mayor exigencia de compromiso y responsabilidad de los poderes públicos ante los ciudadanos", dijo.

Por su parte el ausente Roth, que se está recuperando de una operación en la columna vertebral, dijo sentirse sorprendido por el premio en un mensaje de agradecimiento leído por el embajador estadounidense en España, Alan Solomont.

"Soy un escritor estadounidense (...) Si me detengo a pensar en mi público, pienso en un público estadounidense. Por lo tanto, me ha dejado realmente sorprendido enterarme de que el público español también se haya fijado en mí -y lo que es más, un público español agradecido", dijo el mensaje.

Roth, ganador del Premio Pulitzer de novela en 1998, es conocido por obras como "El lamento de Portnoy" y la "Trilogía Americana".

MONEO, ARQUITECTO ARTÍSTICO

Rafael Moneo, de 75 años, y autor de edificios tan emblemáticos como el Kursaal de San Sebastián, la ampliación del Museo del Prado o del Museo Thyssen de Madrid, fue el primer galardonado en tomar la palabra.

"Hoy, el arquitecto como técnico parece haber perdido terreno, y la parte artística prevalece a la tecnológica", dijo en su palabras de agradecimiento en una ceremonia presidida por los Príncipes de Asturias y la Reina Sofía.

También pronunció un discurso la filosofa estadounidense Martha C. Nussbaum, premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales, conocida por sus ensayos sobre filosofía antigua y por su reivindicación de un regreso de las humanidades a las escuelas.

Nussbaum tampoco dejo pasar la oportunidad de referirse a la actualidad en su discurso y habló de la crisis económica.

"He desarrollado el enfoque del desarrollo humano. Sostiene que el crecimiento económico, medido por el PIB per cápita no es suficiente para evaluar la calidad de vida, ya que realmente no capta qué es lo que la gente lucha por conseguir", dijo.

Después tomaron la palabra Peter Maureer y Tadateru Konoé, en representación del movimiento internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, premio de Cooperación Internacional, que dedicaron el premio a los valientes voluntarios que han muerto este año intentando salvar la vida de otros.

También resultó premiado el proyecto del Banco de Alimentos, que recibió el galardón a la Concordia, mientras que el de Ciencias fue a parar al biólogo británico Sir Gregory Winter y el patólogo estadounidense Richard A. Lerner, por sus vanguardistas investigaciones sobre el sistema inmunitario que ayudan a tratar enfermedades degenerativas.

En un puente entre la tecnología y la creación artística, el creador de los videojuegos Super Mario y Zelda, Shigeru Miyamoto, emblemático diseñador de la firma japonesa Nintendo, fue distinguido con el Príncipe de Asturias de Comunicación.

Los Premios Príncipes de Asturias conceden a cada galardonado una escultura de Joan Miró y 50.000 euros.