LONDRES/NUEVA YORK (Reuters) - Una masa de aire ártico que afecta a Europa y las tormentas de nieve en Estados Unidos este fin de semana probablemente impulsarán los ya altos precios del diésel y el crudo para calefacción, poniendo más trabas a los países que intentan salir de la recesión.
Los aumentos en la demanda, combinados con bajas reservas a ambos lados del Atlántico, exacerbarán la escasez de suministro que los distribuidores están viendo en Europa, y aumentarán los ya cuantiosos márgenes de refinado.
"Dado que está previsto que este invierno sea más frío (que el año pasado), la demanda de combustible para calefacción en los hogares pronosticada por el Departamento de Energía de EEUU es de entre un 16 y un 18 por ciento mayor, dependiendo de la gravedad, concentración y duración de las bajas temperaturas", dijo Alan Lammey, analista energético de WeatherBell Analytics.
En octubre del año pasado se consumieron 11,5 millones de barriles de crudo para calefacción en EEUU, según la Administración de Información de Energía.
Esa es la cifra más baja para octubre de la que se tiene registro, tras una tendencia a la baja iniciada en 2005, pero es probable que este año ponga fin a la racha, a menos que haya otro invierno muy suave.
Es posible que eso no ocurra, ya que los meteorólogos predicen que hará más frío este año tanto en Europa como en EEUU, y las bajas reservas de gasóleo suponen que incluso olas de frío relativamente breves podrían suponer saltos drásticos en precios que ya son considerables.
A su vez, esto podría sumar presiones sobre economías que tienen problemas para salir de una larga recesión, porque limitará los ingresos disponibles de los consumidores.
En el centro y el norte de Europa habrá temperaturas normales o ligeramente por debajo de lo habitual, lo que implica una temporada considerablemente más fría que la pasada, señaló Georg Muller, meteorólogo senior en Reuters Point Carbon.
Incluso si el tiempo muy frío se limita a unos pocos días, como se espera este fin de semana en Europa, los consumidores podrían correr a llenar sus depósitos.
Hasta ahora, los consumidores han sido reacios a acumular reservas, porque esperaban una bajada de los precios.
"Con precios altos, hay una tendencia a probar suerte y no apresurarte por acumular reservas", explicó Olivier Jakob, analista de Petromatrix en Zug, Suiza.
ESCASA OFERTA
Conforme nos acercamos al periodo clave de demanda en invierno, las reservas de combustible para aviones, diesel y petróleo para calefacción en la Costa Este de EEUU están 23 millones de barriles por debajo de la media de cinco años para esta época del año, con algo menos de 40 millones de barriles.
Reforzar estas bajas existencias será lento, porque las exportaciones a Sudamérica se mantendrán fuertes debido a la fuerte demanda de la industria, señaló Harry Tchilinguirian, analista de BNP Paribas.
Las reservas independientes de gasóleo en el núcleo de Ámsterdam, Rotterdam y Ámberes han caído por debajo de las 2 millones de toneladas por primera vez desde enero, según datos del analista independiente de petróleo Pieter Kulsen, puesto que los altos precios a corto plazo disuaden a los compradores de acumular.
"El mercado saltará cada vez que haga siquiera un poco de frío y suba la demanda, porque estamos muy retrasados y no hay reservas", dijo un operador en el mercado de destilados.