PEKÍN (Reuters) - El tratado internacional que se espera se firme la semana que viene es un paso importante para proteger los derechos de propiedad intelectual de los actores y la industria creativa, pero requerirá mucho trabajo duro para llevarlo a cabo, según dijo un responsable involucrado en el acuerdo.
Varias estrellas de Hollywood, como Meryl Streep y Javier Bardem, han apoyado los esfuerzos para impulsar el tratado, que lleva fraguándose más de una década. La tecnología digital ha hecho que sea fácil descargar películas o series de televisión sin pagar por ellas.
Los derechos de los actores a la remuneración y protección de su trabajo, al contrario que los de los directores, guionistas y músicos, no están incluidos en la ley internacional de propiedad intelectual actual.
Los actores cuyas películas se venden en el extranjero no tienen actualmente derecho legal a percibir un pago por esas emisiones, y si hay un pago, generalmente va al productor.
Tampoco tienen derechos en muchos países si trabajo se manipula de alguna forma que pueda dañar su reputación.
"Es un verdadero problema, no un problema artificial", afirmó Francis Gurry, director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, en una entrevista con Reuters el miércoles.
"Los actores son los únicos, en el marco internacional, por los que nadie mira".
Un acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea firmado el año pasado pavimentó el camino para llegar al pacto, pero el proceso de ratificación por los 185 estados miembros de Naciones Unidas llevará su tiempo.
Una vez que el tratado se firme en Pekín la semana que viene, se trasladará a cada país de forma individual para que establezca sus condiciones, dijo Gurry, sabiendo que eso podría ser difícil en muchos lugares.
"Estos son los pasos necesarios en la dirección correcta. Tenemos que seguir para asegurarnos de que no se queda en un acto simbólico, para asegurarnos de que se hace realidad", dijo.
"Sé que es frustraste, ¿por qué no puede hacerse en una noche? La realidad es que se requiere un ajuste social completo".
China y Rusia, por ejemplo, son habitualmente denunciadas por Estados Unidos y la Unión Europea por su extendida piratería de los derechos de autor, a pesar de tener leyes en vigor para luchar contra el problema.
En China, los últimos estrenos de Hollywood suelen estar disponibles en DVD piratas por un dólar poco después de su estrenos en los cines de EEUU, y a veces incluso antes, lo que cuesta al sector cientos de millones de dólares al año.
"Cuando te fijas en un país que ha pasado de una economía básicamente agrícola a una economía avanzada, al menos en algunas zonas, en un proceso de 30 años, es normal que les lleve un tiempo concienciarse ampliamente sobre el asunto (...) hay más valor en lo que hay en el disco que en el propio disco en sí", reflexionó Gurry.