(Reuters) - Cerca de la mitad de los niños en edad preescolar no pasa tiempo jugando al aire libre con alguno de sus padres durante el día, pese a que ese tipo de juego tiene muchos beneficios para los más pequeños, entre ellos combatir la obesidad infantil, según un sondeo realizado en Estados Unidos.
En las entrevistas realizadas a los padres de casi 9.000 chicos, menos de la mitad de las madres y sólo una cuarta parte de los padres dijo llevar a su hijo a caminar o jugar con ellos en el jardín o en el parque al menos una vez al día.
"Especialmente para los padres que trabajan fuera del hogar (...) no es tan fácil disponer de tiempo para jugar al aire libre con sus hijos cada día", dijo Pooja Tandon, pediatra de la Universidad de Washington en Seattle y que ha trabajado en el nuevo estudio.
Las guías de la Asociación Nacional para el Deporte y la Educación Física sugieren que los niños realicen al menos una hora de actividad física al día para obtener beneficios para la salud a largo plazo, como ayudar a evitar la obesidad infantil.
Los preescolares deberían además contar con algunas horas de tiempo de juego desestructurado cada día.
Pero, aunque algunos padres supongan que sus hijos están teniendo tiempo de juego al aire libre en la guardería o el colegio, eso no siempre sería así, dijo Tandon.
La experta y sus colaboradores utilizaron datos de un estudio representativo a nivel nacional sobre niños estadounidenses nacidos en 2001.
Junto con otra información recolectada cuando los menores eran bebés, los investigadores, cuyos resultados fueron publicados en Archives of Pediatric & Adolescent Medicine, preguntaron a los padres de los pequeños en edad preescolar cuántas veces habían llevado a sus hijos a jugar al aire libre el último mes.
El 44 por ciento de las madres y el 24 por ciento de los padres dijo que jugaban al aire libre con sus hijos todos los días. Según las entrevistas, la mitad de los chicos jugaban al aire libre al menos una vez al día con uno de sus padres.
La seguridad del vecindario no pareció ser un impedimento importante para salir: más de nueve de cada 10 padres dijeron que sentían que su barrio era seguro.
Los niños no blancos eran menos propensos a salir a jugar con uno de sus padres, al igual que los niños cuyas madres pasaban más tiempo trabajando fuera del hogar.
Tandon y sus colegas descubrieron que los niños con compañeros de juego regulares eran más propensos a pasar tiempo al aire libre, quizá porque los padres se turnaban para llevar a los chicos al parque juntos, una buena estrategia para los progenitores con poco tiempo.
Tami Benham Deal, que estudia la actividad física infantil en la Universidad de Wyoming en Laramie, dijo que también es importante evaluar qué tipo de ejercicio hacen los chicos cuando salen.
"Podrían estar sentados en un arenero, pasar 20 a 30 minutos construyendo túneles y castillos de arena, y la actividad podría ser muy baja en intensidad", dijo a Reuters Health Benham Deal, que no participó de la nueva investigación.
"Que los padres que alienten a sus hijos a ser físicamente activos y reconozcan la importancia y el valor del ejercicio son factores clave que influyen en la actividad física de los hijos", agregó. "Y eso es cierto a cualquier edad", finalizó.