PARÍS (Reuters) - Francia y Reino Unido lanzaron el viernes recomendaciones contradictorias a las decenas de miles de mujeres afectadas por el escándalo de los implantes mamarios franceses fabricados con silicona industrial económica y exportados a todo el mundo.
El Gobierno francés instó a 30.000 mujeres en Francia a intentar extirparse las prótesis mamarias defectuosas, fabricadas por la empresa ahora cerrada Poly Implant Prothese (PIP), debido al peligro de que puedan romperse y causar inflamación e irritación.
No obstante, las autoridades francesas dijeron que no hay pruebas de que esos implantes aumenten el riesgo de cáncer.
Pero en Reino Unido, donde hay entre 30.000 y 40.000 mujeres afectadas, la responsable de la Oficina Médica, Sally Davies, señaló: "Las mujeres con implantes PIP no deberían preocuparse sin motivo. No tenemos pruebas que los relacionen con el cáncer o con un aumento del riesgo de rotura".
"Si las mujeres están preocupadas deberían hablar con su cirujano", expresó Davies, quien agregó: "La propia extracción de estos implantes entraña riesgos".
"Creo que toda mujer que tiene estos implantes debería ir y controlarse (...) Es mejor reemplazarlos que preocuparse por su rotura", dijo la británica Pat Demetriou, a la que se le extrajeron implantes defectuosos de PIP en 2010.
Nigel Mercer, de la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos, dijo que la medida francesa no es irracional, mientras que un importante cirujano plástico británico llamado Kevin Hancock manifestó que los consejos contradictorios provocarían angustia a las mujeres que ya están preocupadas por la seguridad de sus implantes.
En Francia las preocupaciones surgieron hace dos años, cuando algunos cirujanos comenzaron a registrar cifras inusualmente altas de ruptura en las prótesis, lo que llevó a una serie de reclamaciones legales, la bancarrota de PIP y un escándalo que ahora se ha diseminado por el mundo.
Fundada en 1991 por el antiguo carnicero Jean-Claude Mas, PIP produjo alrededor de 100.000 implantes anuales durante casi dos décadas antes de que se ordenara la retirada de sus productos del mercado a principios de 2010. PIP llegó a ser el fabricante de implantes número tres del mundo antes de la bancarrota.
Unas 300.000 mujeres en todo el mundo habrían recibido implantes del gel de silicona de PIP, usados para aumentar el tamaño del busto o reparar tejido perdido. Estas prótesis fueron exportadas a países de Latinoamérica como Brasil y Argentina, y a mercados de Europa occidental como Reino Unido, Alemania, España e Italia.
El regulador sanitario australiano dijo que unos 8.900 implantes se colocaron en mujeres de su país, algunas de las cuales habían presentado quejas por roturas o filtraciones.
El consejo de seguridad médica alemán recomendó el viernes a las mujeres con implantes de mama de PIP que consulten a sus médicos y se realicen controles, aunque descartó la recomendación de una retirada directa.
PIP reconoce que sus productos eran defectuosos, pero argumenta que se le está acusando demasiado, dado que otras empresas del sector también tenían problemas, dijo el abogado de la compañía.
"Los implantes tenían fallos, pero los implantes de PIP (Poly Implant Prothese SA) no son los únicos en el mercado que tenían problemas", dijo a Reuters el abogado Yves Haddad.
"La realidad es que todos los que fabrican implantes tienen un porcentaje de fallos", agregó el letrado.
El consejero delegado y fundador de la empresa, Jean-Claude Mas, de 72 años, no realizará comentarios públicos sobre el tema, dijo Haddad.
DINERO PÚBLICO
En un comunicado destinado a las mujeres francesas, el Ministerio de Salud de Francia dijo que se utilizarán fondos públicos para financiar las extirpaciones de implantes recomendadas, a un coste estimado en 60 millones de euros.
Se aclaró que se pagarán los nuevos implantes en los casos donde la operación inicial se debiera a razones médicas, por lo general reconstrucciones tras tratamientos de cáncer de mama.
Las asociaciones que representan a mujeres con implantes PIP han pedido que todas las sustituciones de implantes, incluidos los casos puramente estéticos, tengan financiación pública.
"Este anuncio es tan solo una pantalla de humo y las víctimas de PIP están muy enfadadas", dijo Alexandra Blachere, jefa de la asociación de usuarias de implantes PIP en Francia.
"Los implantes PIP son peligrosos incluso excluyendo el cáncer. El Estado no puede limitarse a ordenar que se eliminen y después dejar a las mujeres a su suerte", añadió.
Philippe Courtois, un abogado de la asociación francesa de usuarias de implantes PIP, dio una cauta bienvenida al anuncio del Gobierno del viernes, diciendo: "Es una decisión de sentido común, aunque desafortunadamente llega un poco tarde".
SILICONA BARATA
PIP entró en quiebra en marzo de 2010 con pérdidas de 9 millones de euros después de que la agencia de seguridad médica francesa, AFSSAPS, pidiera la revisión de sus implantes cuando los cirujanos informaron de índices anormalmente altos de roturas.
Durante una inspección posterior de su lugar de fabricación, las autoridades descubrieron que PIP utilizaba un tipo de silicona que no estaba aprobada por las autoridades sanitarias, pero que era unas 10 veces más barata.
Una investigación indicó que la mayoría de los implantes hechos por PIP desde 2001 contenían el gel no aprobado. La silicona industrial se utiliza en una variedad de productos que van desde ordenadores hasta utensilios de cocina.
Pese a que las autoridades británicas se mostraron cautas con su consejo, el cirujano plástico Hancock, del Hospital de Mujeres de Liverpool, dijo a Reuters que hay preocupación entre los profesionales por el alto nivel de rupturas.
"Estamos preocupados por el riesgo de ruptura porque es la rotura la que lleva al contenido a tomar contacto directo con los tejidos corporales", explicó Hancock.
"Sabemos que el contenido no es lo que debería ser. Por lo que en general coincidimos con la decisión (francesa) de retirarlos", añadió.
Más de 2.000 mujeres han realizado reclamaciones legales en Francia, y unas 250 lo han hecho en Reino Unido, donde las firmas de abogados aseguran que las peticiones de juicio han aumentado en los últimos días.
Se espera que varios ejecutivos de la empresa fundada por Mas, que aún tienen que ser identificados, se enfrenten a cargos de fraude agravado en un caso judicial que ya ha empezado en Francia, y se expongan a sentencias de cárcel de hasta cinco años de prisión.
Las investigaciones judiciales francesas tienden a prolongarse mucho, y a menudo son casos de alto secreto.
El escándalo PIP se reavivó en las últimas semanas por la muerte de una víctima de cáncer que tenía esos implantes, lo que provocó que los fiscales abrieran una investigación preliminar que evaluará si hay motivos para cargos más graves de homicidio involuntario.
/Por Brian Love y Daniel Flynn/