El polémico escritor Arturo Pérez Reverte ha vuelto a afilar su pluma en contra de lo que él considera que son los "intelectuales" españoles y su costumbre por imponer ciertos gustos culturales al gran público sin apenas conocerlos ni ellos.
En su columna en XL Semanal, Reverte asegura que "de pronto, el bobo de guardia sube al púlpito y ordena, entusiasmado, leer a tal autor, escuchar a determinado músico o visitar la exposición de aquel pintor, a quienes no había mencionado antes en su zorra vida".
El escritor también ataca la "falta de prudencia y pedantería" de estos personajes a los que critica, apelando al hecho de que "resulta evidente que acaban de toparse con ellos [a los que alaban] y no están dispuestos a admitirlo".
"Son catetos deslumbrados, impúdicos en su repentino y sospechoso entusiasmo en convencer de lo buena que es 'La Regenta' o lo bella que es 'La batalla de San Romano' a aquellos que llevan cuatro décadas pateando Florencia.
Reverte se atreve, incluso, a cargar contra ciertas personas, dando una descripción tan precisa que apenas le falta el nombre y los apellidos. "Incluido un casposo cagatintas que hasta hace poco salía fotografíado en el suplemento cultural de ABC en actitud penstiva, de cuerpo entero, con zapatos sin calcetines y tocándose los pies", concluye.
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Reverte matando rusos