MILÁN (Reuters) - La semana de la moda de Milán, que comenzó el miércoles, intentará desviar la atención de la próxima boda real británica para atraer al consumidor medio hacia sus pasarelas.
Con la intención de poner sus colecciones al alcance del cliente medio, nombres del mundo de la moda como Roberto Cavalli y Frankie Morello realizarán sus desfiles en recintos públicos, incluido un salón transparente construido en la catedral de la plaza del Duomo para deleitar a los turistas.
"Una de nuestras metas era convertir la moda en un evento más público. La gente podrá ver qué sucede en la plaza del Duomo", dijo la semana pasada a periodistas Mario Boselli, presidente de la Cámara Nacional de la Moda italiana.
Tras exponer un elegante yate de la firma el año pasado, Gucci exhibirá en esta ocasión una versión del automóvil Fiat 500, también conocido como "el vehículo del pueblo" italiano.
A diferencia de Londres, donde las expectativas por la boda del próximo 29 de abril entre Kate Middleton y el príncipe Guillermo restó protagonismo a la moda, Milán ha luchado por buscar el apoyo de sus clientes con eventos tradicionales pero repletos de estrellas.
En la Semana de la Moda de Milán, uno de los grandes eventos de la industria junto con Nueva York y París, participan tanto nombres conocidos como debutantes, en más de 70 desfiles que tendrán lugar hasta el 1 de marzo.
El acercamiento de Milán hacia lo popular refleja una tendencia entre las grandes marcas, como Valentino, que lanzó el año pasado una colección para la minorista estadounidense Gap.
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