El síndrome de Marfan hace que el cuerpo de Javier Botet se haya desarrollado con diversas malformaciones. Esta enfermedad ha permitido al actor desarrollar personajes terroríficos en diferentes películas. Ahora interpreta Frankestein en el teatro, el úlimo monstruo de Botet.
Javier Botet se ha convertido en un experto en provocar las peores pesadillas. Ahora el actor se retuerce en el escenario de un teatro madrileño para dar vida a uno de sus monstruos preferidos: Frankenstein.
Botet explica la similitud entre el personaje y su particular vida, la de una criatura inocente que encuentra rechazo y hostilidad a su alrededor.
Ha sabido explotar las consecuencias de su extraña enfermedad. Ha unido su cuerpo a la magia del maquillaje y ha encarnado a los seres más terroríficos de la noche. Fue la temida niña Medeiros en la exitosa REC e incluso Hollywood le pidió que participara en el remake de la cinta española.
Un sueño cumplido
En el cine y el teatro ha encontrado su lugar, ése en el que todo es ficción. Su ilusión: profundizar en el personaje de Nosferatu.
Su enfermedad, por la que se ha sometido a varias operaciones complejas a lo largo de su vida, le ha permitido cumplir el sueño que él mismo confesó tener desde pequeño: vivir del cine.