El alemán Werner Herzog se introduce en la cueva de Chauvet, en el sur de Francia, para rodar algunas de las creaciones pictóricas más antiguas, acompañado por la tecnología más puntera.
El alemán Werner Herzog se introduce en la cueva de Chauvet, en el sur de Francia, para rodar algunas de las creaciones pictóricas más antiguas, acompañado por la tecnología más puntera.