El realizador Jaime Rosales, representante del mejor cine de autor español y ganador de tres premios Goya con La soledad, se pasa el blanco y negro para diseccionar, con un lenguaje de depurado naturalismo, el luto de un matrimonio que ha perdido a su hija mayor en un accidente.
Viaje espiritual por la necesidad de creer en un más allá a pesar del sentimiento de injusticia terrenal, Sueño y silencio se abre y se cierra con el arte de Miquel Barceló, toma como referencia la reflexión filosófica de Kierkegaard en Temor y temblor y, protagonizada por actores no profesionales, llega a los cines avalada por su participación en la Quincena de Realizadores de Cannes.