La biografía de Sarkozy lleva Cannes las disputas políticas

CANNES, Francia (Reuters) - Una película francesa sobre el ascenso de Nicolas Sarkozy al poder en 2007 arrastró al Festival de Cine de Cannes al terreno político el miércoles mientras una multitud, en su mayoría críticos franceses, dieron una tibia acogida a la cinta.

Muy anticipada antes de su estreno, "La Conquete" del director Xavier Durringer lleva a los espectadores entre bambalinas y muestra el círculo íntimo de Sarkozy mientras hace campaña para convertirse en presidente francés, A su alrededor fracasa su matrimonio, surgen los escándalos y se suceden amargas rivalidades.

Con un ritmo vigoroso y generoso en su retrato de la élite política francesa, desde el ex presidente Jacques Chirac al ministro del Interior Claude Gueant, la película fue recibida con muchas risas en un pase fuera de competición a la que acudieron principalmente periodistas franceses.

Pero los aplausos al finalizar la proyección fueron breves y débiles, ya que los críticos parecían centrarse más en la naturaleza sin sentido crítico de la cinta, en su opinión, que en su calidad como trabajo cinematográfico.

¿Qué pienso de ello? Nada", dijo uno de los periodistas franceses que declinó ser citado. "Es un (...) retrato que no asume ningún riesgo a la hora de retratar al presidente".

"La Conquete" aparece en medio de un escándalo político en Francia, donde la detención en Nueva York el fin de semana del socialista Dominique Strauss-Kahn, uno de los favoritos en las elecciones presidenciales, acusado de cargos de intento de violación ha cambiado las probabilidades para 2012.

La película parecía destinada a dividir a los franceses con su retrato apolítico, y a menudo compasivo, de un presidente impopular.

Con unos malos resultados electorales a falta de un año para la elección, las posibilidades de que Sarkozy sea reelegido parecen haber cambiado de la noche a la mañana cuando Strauss-Kahn, director gerente del FMI, cayó en desgracia por su detención, y tras conocerse que el presidente y su esposa, la glamurosa cantante Carla Bruni, podrían estar esperando un hijo.

Cuando se le preguntó por su impacto político, Durringer dijo que la película no influiría a los votantes pero podría servir como "una especie de recuerdo de las promesas y la energía que había en 2007".

Un político que recibe un tratamiento duro es Dominique de Villepin, un protegido de Chirac, descrito como un intrigante malhablado que trata de desacreditar a Sarkozy, su rival.

"La idea desde el principio era dar un análisis hiperrealista", dijo el productor Eric Altmeyer en una rueda de prensa. "No era cuestión de hacer una película satírica o un panfleto de un modo u otro".