'Black swan' ('Cisne negro') o lo que es lo mismo la Natalie Portman nunca vista hasta el momento. El cineasta Darren Aronofsky muestra la faceta más sexual de la actriz. Masturbaciones, escenas lésbicas y mucha, mucha pasión han protagonizado la primera jornada del Festival de Cine de Venecia. Natalie Portman deja a un lado su timidez para meterse en la piel de Nina, una bailarina de ballet obsesionada con alcanzar el éxito. Vea aquí el post que La Naranja Metálica dedica a la nueva pirueta de Aronofsky.
"Me dijo que sería como tener sexo conmigo misma, y me pareció un desafío", recoge El Mundo en declaraciones de la actriz en la rueda de prensa ofrecida en Venecia.
Inspirado en 'El lago de los cisnes'
El director, ganador del León de Oro por 'El luchador', regresó con honores al Lido veneciano con una suerte de respuesta a aquella cinta: si entonces escarbó en la bestia para hallar belleza, ahora explora la exquisitez de una bailarina para descubrir tras ella a un violento animal.
"El mundo del ballet y el de la lucha están muy relacionados. Son cuerpos sometidos a una intensidad física muy grande, aunque cada historia tiene, desde luego, su propio estilo", explicó el cineasta, quien se ha inspirado en El lago de los cisnes, de Tchaikovsky, para tejer su enfermizo nuevo filme.
Natalie Portman no está sola en 'Cisne negro'. A la actriz se le suman Barbara Hersey , Winona Ryder y Vincent Cassel , nombres con los que Aronofsky forma las piezas de un puzzle opresivo y angustioso en el que sólo hay una meta: la absoluta perfección del espectáculo.
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