Por Bob Tourtellotte
LOS ANGELES (Reuters) - Un coro de gospel cantando "We're going to see the king" dio inicio a una emotiva ceremonia fúnebre pública para Michael Jackson el martes, mientras el mundo de la música y miles de admiradores despedían al cantante conocido como el Rey del Pop.
Los hermanos de Jackson llevaron el ataúd decorado con oro al estadio del Staples Center en el centro de Los Angeles, el mismo lugar donde el cantante ensayó el día anterior a su muerte para una anticipada gira de retorno.
Mariah Carey cantó el éxito de Jackson de 1970 "I'll Be There" y el cantante Smokey Robinson leyó tributos escritos por el ex presidente sudafricano Nelson Mandela y Diana Ross.
El cantante Stevie Wonder también cantó y un programa para la ceremonia fue llenado con fotos de Jackson y testimonios de amigos y familiares.
"Michael fue la estrella más grande de la tierra", dijo la actriz Queen Latifah, que recibió un caluroso aplauso.
Unos 18.000 fans y amigos obtuvieron entradas para participar en la ceremonia de dos horas organizada en el estadio y en un teatro cercano.
La repentina muerte de Jackson de un paro cardíaco en Los Angeles el 25 de junio, a la edad de 50 años, desató una oleada mundial de dolor y llevó a las ventas de sus principales discos a lo más alto de las listas musicales.
También se prevé que cantará Usher, mientras que el jugador de baloncesto Kobe Bryant y el líder de los derechos civiles Al Sharpton fueron otras de las celebridades invitadas.
La familia y los amigos más cercanos de Michael Jackson realizaron una ceremonia privada en un cementerio de Los Angeles el martes más temprano.
Decenas de admiradores miraban desde los puentes mientras la procesión del funeral transitaba por autopistas liberadas de tráfico, en uno de los eventos más importantes que se ha visto en una ciudad acostumbrada a vivir con ciudadanos famosos.
MENOS GENTE QUE LO PREVISTO
La policía había estimado que más de 250.000 personas llenarían las aceras exteriores al estadio para rendir su tributo final al cantante de "Thriller" y ex miembro de la legendaria banda de Motown Jackson 5.
La asistencia fue mucho menor a la esperada y muchos admiradores y trabajadores de la ciudad aparentemente se quedaron en sus casas. La ceremonia fue transmitida en directo por las grandes cadenas de televisión.
La residente de Los Angeles Parisa Ebraihimi, de 28 años, que dijo que había sido admiradora de Jackson desde los cinco años, fue a "rendir su tributo final. Para mí, sus pasos de baile y su música, todas sus canciones hablaban de un mundo mejor. El vivirá por siempre en las generaciones futuras," dijo.
"Esta es una ocasión memorable que probablemente sea tan grande, o más grande aún, que la muerte de Elvis (Presley)," dijo Steve Howard, un residente de Glendale, California, que ganó una entrada en el sorteo online en que se repartieron.
La ceremonia fúnebre del martes se centró en el inmenso archivo musical de Jackson, opacado en los últimos 10 años por un lado más oscuro de su vida, como el humillante juicio de 2005 y su absolución por cargos de abusos sexuales a menores.
Aún persisten dudas con respecto a la causa de su muerte, que está siendo investigada por jueces, fuerzas policiales y la policía anti drogas, en medio de informaciones sobre una posible adicción a los medicamentos.
La policía, seguridad, guardias y medidas de higiene necesarias para el evento se prevé que costarán casi 4 millones de dólares a la ciudad de Los Angeles, que atraviesa problemas monetarios debido a la recesión.
El ayuntamiento de la ciudad creó una página en Internet el martes pidiendo a los fans que hagan donaciones para financiar los costes de la ceremonia.
La ceremonia era transmitida en directo por las principales cadenas estadounidenses, al igual que en unas 37 salas de cine e Internet.