LOS ANGELES (Reuters) - La familia y los amigos más cercanos de Michael Jackson celebraron una ceremonia privada en un cementerio de Los Angeles el martes mientras miles de admiradores abarrotaban una zona del centro de la ciudad para asistir a una ceremonia fúnebre pública para el Rey del Pop.
El evento para despedir al cantante, que murió repentinamente el 25 de junio, estará marcado por la presencia de estrellas como los cantantes de pop Mariah Carey, Usher y Jennifer Hudson, los veteranos del R&B Smokey Robinson, Lionel Richie y Stevie Wonder, el jugador de baloncesto Kobe Bryant y la actriz Brooke Shields.
Una caravana de vehículos negros trasladó a los padres e hijos de Jackson al cementerio. El ataúd decorado con oro fue después llevado en un coche fúnebre al estadio del Staples Center, donde se celebraba la ceremonia fúnebre.
Unos 18.000 fans y amigos tienen entradas para participar en la ceremonia de dos horas organizada en el estadio y en un teatro cercano.
Jackson, de 50 años, murió de un paro cardíaco en su mansión de Los Angeles mientras se preparaba para dar una serie de 50 conciertos en Londres después de una pausa en su carrera como cantante.
La policía estima que más de 250.000 personas llenarán las aceras en los exteriores del estadio para rendir su tributo final al cantante de "Thriller" y ex miembro de la legendaria banda de Motown Jackson 5.
Fuera del estadio, los admiradores abarrotaban los alrededores y los vendedores ofrecían camisetas del Rey del Pop por 10 dólares, al igual que pósters, collares y guantes con lentejuelas blancas, que se convirtieron en la marca registrada de Jackson.
MOMENTO MEMORABLE
"Esta es una ocasión memorable que probablemente sea tan grande, o más grande aún, que la muerte de Elvis (Presley)," dijo Steve Howard, un residente de Glendale, California, que ganó una entrada en el sorteo online en que se repartieron.
"El impacto que tuvo en la música estadounidense y en la música mundial cruzó todas las fronteras", dijo Howard.
La ceremonia fúnebre del martes se centrará en el inmenso archivo musical de Jackson, que precede al lado más oscuro de su vida, como el humillante juicio de 2005 y su absolución por cargos de abusos sexuales a niños.
Aún persisten las dudas sobre la causa de su muerte, que está siendo investigada por jueces, fuerzas policiales y la policía anti drogas, en medio de las informaciones sobre una posible adicción a los medicamentos.
La custodia de sus tres hijos está temporalmente a cargo de la madre de Jackson, Katherine, aunque la ex esposa del cantante, Debbie Rowe, aún no ha decidido si lo va a disputar.
Se prevé que los policías, seguridad, guardias y medidas de higiene necesarias para el evento costarán casi 4 millones de dólares a la ciudad de Los Angeles, que atraviesa problemas monetarios debido a la recesión económica.
El ayuntamiento de la ciudad creó una página de Internet el martes pidiendo a los fans que hagan donaciones para financiar los costes de la ceremonia.
Del 1,6 millones de personas que se registraron para obtener dos entradas gratuitas, sólo 8.750 salieron beneficiadas, pero la policía prevé que muchos acudirán a las afueras del estadio sin entrada.
La ceremonia se emitía en directo por las principales cadenas estadounidenses, al igual que en unas 37 salas de cine e Internet.