Ciencia

Los ensayos clínicos de la vacuna de la cocaína comenzarán en España en 2009

Los ensayos clínicos para estudiar los efectos de la vacuna de la cocaína comenzarán en España a lo largo del primer semestre de 2009 y está previsto que participen un total de 164 personas y más de 10 hospitales, según ha anunciado la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya.

La vacuna, ha explicado el doctor Carlos Álvarez Vara, se utiliza exclusivamente de forma terapéutica "en personas ya adictas a la sustancia".

Funciona inyectando en el cuerpo moléculas más pequeñas que las de la cocaína, que se adhieren a ésta dándole el peso molecular suficiente para generar anticuerpos que la combatan.

"De este modo, las partículas de cocaína no atraviesan la barrera hematoencefálica, es decir, no llegan al cerebro del consumidor y evita los efectos de la sustancia", ha añadido Álvarez Vara.

Una vez testada, la efectividad del nuevo tratamiento puede aumentar las demandas de deshabituación, que en 2006 ya superaron las 23.000 para cocaína.

Los problemas del consumo

El consumo de cocaína produce importantes daños en el organismo, especialmente en el cerebro y el sistema cardiovascular, de modo que el riesgo de infarto de miocardio es 24 veces mayor durante una hora cuando se consume esta sustancia, según afirmó el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, durante la presentación del informe de la Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

Los resultados de este informe alertan de que el consumo de cocaína puede provocar crisis epilépticas, que se presentan entre el 2% y el 8% de los consumidores que acuden a urgencias, infartos y hemorragias cerebrales, miocardiopatía dilatada, arritmias e isquemia miocárdica. De hecho, de las casi 800 muertes que se producen al año relacionadas con el consumo de drogas -796 en el año 2005- en el 69% se detectó que había habido un consumo de cocaína.

Además, la cefalea es la complicación más frecuente entre los consumidores de cocaína. Se da entre un 60% y un 70% de los cocainómanos y representa el 12% del motivo de las consultas relacionadas con cocaína. La cefalea se relaciona con el perfil temporal de la acción vascular de la droga, ya que se presenta inmediatamente tras la administración o aparece en fase de abstinencia.

El informe también aborda las complicaciones psiquiátricas frecuentes entre los consumidores de cocaína, entre las que destacan la esquizofrenia paranoide. La paranoia inducida por cocaína puede llegar a afectar a la mitad de los consumidores que han desarrollado dependencia a esta droga, al cabo de los tres años de consumo regular.

De hecho, según el psiquiatra Carlos Álvarez Vara, uno de los autores del estudio, en uno de cada cinco pacientes se detectan casos de trastorno bipolar, mientras que también se pueden dar casos de trastornos delirantes, trastornos del estado de ánimo y crisis de pánico.

Aumenta la agresividad

Además, su consumo generalmente asociado a otras sustancias, como el alcohol, hace que aumente la agresividad y los comportamientos violentos ya que, durante la intoxicación alcohólica, el consumo de cocaína produce "una falsa sensación de sobriedad" que puede dar lugar a conductas de riesgo, añadió este experto.

Aunque los últimos datos de la Encuesta Domiciliaria 2007-2008 reflejaron una estabilización en el consumo de cocaína en España, se mantiene el dato del 3% de la población de 15 a 64 años que dice haber consumido cocaína en los últimos 12 meses.

Sin embargo, aumentó el consumo experimental con respecto a los datos de 2005, ya que un 8% de la población, casi uno de cada diez, reconoce haber consumido cocaína alguna vez en su vida, afirmó Martínez Olmos.

El perfil más habitual del consumidor, según añadió el doctor Álvarez, es el de jóvenes de 15 a 34 años integrados en la sociedad y que lo utilizan como efecto socializador y asociado a situaciones de ocio. De hecho, en esta franja de edad el 2,9% de los españoles reconocen haberla consumido en el último mes. Se trata de un consumo de carácter esporádico y recreativo, asociado a salir de marcha, las discotecas, la noche y el fin de semana. Es frecuente que hay consumo oculto en el exterior de los locales de ocio.

Este grupo de población gasta una media de 30 euros por sesión de consumo y, entre ellos, es más frecuente salir por la noche y alargar más las salidas nocturnas. El consumo de crack es minoritario en nuestro país.

No obstante, la tasa de continuidad no es muy alta, y sólo uno de cada cinco ciudadanos que probaron la cocaína hace un año la han consumido en los últimos 30 días y sólo el 4% es adicto.

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