El transbordador espacial estadounidense Endeavour regresa a casa. Tras el éxito de la misión de construcción de la Estación Espacial Internacional, el Endeavour inció su regreso a la Tierra, previsto para mañana. Este desacople ha marcado el fin de una misión de construcción récord de 12 días con cinco salidas orbitales. Esta visita es la más larga realizada por un transbordador puesto en órbita.
El desacople se produjo a las 00.25 horas GMT de hoy, cerca de media hora después de lo previsto, después de que solventar un leve problema técnico con el mecanismo de rotación de una antena solar de la estación.
"Endeavour, tenemos una separación física" de las dos naves, fueron las indicaciones realizadas por el copiloto del transbordador, Gregory Johnson, según la retransmisión en directo de la agencia espacial. Poco después, una campana sonó en la Estación para marcar la partida del Endeavour rumbo a la Tierra.
Este desacople, ocurrido a unos 340 kilómetros en la vertical del Océano Índico -cerca de la costa noroeste de Australia-, marcó el fin de una misión de construcción récord de 12 días con cinco salidas orbitales.
Se espera que el Endeavour, con siete tripulantes, aterrice mañana miércoles en Florida a las 23.04 horas GMT, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.
Filmación de la Estación Espacial Internacional
Cuando el Endeavour estuvo a una distancia de 130 metros de la Estación, la sobrevoló durante cerca de cuarenta minutos con el fin de filmarla.
El Endeavour debía alejarse enseguida de la Estación Espacial Internacional hasta una distancia de aproximadamente 74 kilómetros, donde permaneció 24 horas, tiempo para que la tripulación hiciera una inspección de las protecciones térmicas del borde de ataque de las alas y la nariz, con la ayuda de una cámara de alta definición y un láser atados a la extremidad de una extensión del brazo robótico de la nave.
El comandante del Endeavour, Dominic Gorie, calificó el balance de la misión de "impresionante".
Las excursiones al espacio
Las tres primeras excursiones al espacio, con dos astronautas, permitieron instalar en la Estación Espacial Internacional el primero de tres elementos del laboratorio japonés Kibo, así como ensamblar el robot canadiense gigante Dextre, de 1,56 toneladas.
Se trata de un sofisticado mecano que completa el sistema robótico de la Estación y permite ejecutar tareas delicadas que hasta ahora hacían necesaria una caminata orbital.
Durante la cuarta salida los astronautas probaron una técnica de reparación de las escamas térmicas que recubren al transbordador en el vacío espacial, considerada crítica para la seguridad del próximo vuelo hacia el telescopio Hubble a fines de agosto.
En esta misión de reparación del primer telescopio espacial, el transbordador no podrá, en caso de daño serio de su escudo térmico, acoplarse a la ISS, desde donde la tripulación podría esperar otro transbordador para regresar a la Tierra.
La instalación de la primera parte de Kibo convierte a Japón en miembro pleno de la Estación junto con Estados Unidos, Rusia y Europa, cuyo módulo de investigación en microgravedad fue integrado a la estación en febrero.
Exploraciones de la Luna y Marte
Estas investigaciones son consideradas esenciales para preparar las exploraciones habitadas de larga duración en la Luna y más allá, hacia Marte.
"El público japonés está muy entusiasmado con el módulo", afirmó el astronauta Takao Doi, de la agencia espacial nipona y uno de los miembros de la tripulación del Endeavour.
Tras dos meses en la Estación Espacial Internacional para la preparación de Columbus, el astronauta francés Leopold Eyharts regresará a la Tierra en el Endeavour. Será reemplazado en la estación por el estadounidense Garett Reisman.