Son suecas, se fabrican de manera artesanal y cuestan entre 3.000 y 59.000 euros. Se trata de las camas que produce la empresa familiar Hästens, que a pesar de la crisis y de comercializar productos no actos para bolsillos que buscan el ahorro en tiempos de crisis, prevé expandirse en el mercado español, donde ya cuenta con 20 puntos de venta.
¿Es buen momento para acometer un plan de estas características en una época de descenso del consumo?
"Lo es", afirma José Castillo, country manager de la firma, "en primer lugar porque la crisis no ha afectado tanto al sector del lujo, y nuestro público puede seguir permitiéndose comprar este tipo de artículos; y en segundo lugar porque España es un mercado que va creciendo, con un potencial enorme porque cada vez se interesa más por el descanso y el confort. Hay un tipo de público exigente con el confort que busca calidad de vida, y ya no se conforma con cualquier cosa".
Creando ambiente
Con estas premisas, Hästens se ha lanzado a ampliar su presencia en el mercado español, al que llegó en 2002. "El plan de expansión contempla especializar aún más las tiendas. Nuestro concepto no sólo incluye las camas para su venta en las tiendas, sino el aspecto del mobiliario, la ropa de cama... Se trata de recrear un ambiente".
Para ello la fórmula de la franquicia es vía de expansión, aunque "nosotros, más que franquicias, lo que buscamos son socios, puntos de distribución que vendan nuestras camas", es decir, que la estrategia de Hästens no pasa por abrir centros propios, sino por captar puntos de venta interesados en ofrecer estas camas de lujo realizadas de manera artesanal en los talleres que la empresa tiene en Suecia.
El posicionamiento del sector premium es el reclamo con el que la firma prevé aumentar su presencia en España.