El Gobierno de Taiwán declaró su pesar por la muerte del padre fundador de Singapur, Lee Kuan Yew, a quien calificó de "un firme aliado de la República de China" (Taiwán) en un comunicado del presidente taiwanés, Ma Ying-jeou.
Ma subrayó que Lee convirtió a Singapur en "una nación de primera clase" y fue "un dirigente distinguido que será recordado por personas de todo el mundo".
Lee visitó Taiwán en 25 ocasiones, inició una cooperación militar con la isla que dura hasta la fecha y desempeñó un papel prominente en las negociaciones entre Taipei y Pekín durante las décadas de los 80 y los 90.
Gracias a él se celebró en Singapur, en 1993, el primer encuentro entre representantes de Taiwán y China desde que en 1949 el derrotado Gobierno Nacionalista Chino, encabezado por Chiang Kai-shek, se refugiara en Taiwán tras ser derrotado por los comunistas de Mao Zedong.
Lee fue un gran amigo del ex presidente taiwanés Chiang Kai-shek y de su hijo Chiang Ching-kuo, pero mantuvo relaciones tensas con los presidentes Lee Teng-hui y Chen Shui-bian, cuando adoptaron políticas favorables a la separación de China.