Miles de manifestantes se han reunido hoy frente a la residencia del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, para protestar en contra de la reforma de la constitución nipona que será aprobada hoy y que acabará con su carácter pacifista. Japón ahorca a un condenado a pena de muerte.
Las manifestaciones continuan desde la noche del lunes, cuando se congregaron más de 10.000 personas con el fin de protestar contra esta reforma de la Constitución que va a permitir a Japón, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, asistir militarmente a sus aliados si estos son atacados.
Las protetas se han ido sucendiendo durante las últimas semanas para intentar evitar que el gobierno realice esta reforma que planea acabar con el artículo 9, que impide el uso de la fuerza para resolver conflictos internacionales.
Pese a las manifestaciones y a saber que más del 60 por ciento de la población japonesa rechaza este cambio, el Gabinete aprobará la medida esta tarde.
Reacciones de todo tipo
Además de las protestas públicas, los ciudadanos nipones han llevado a cabo diferentes medidas para llamar la atención sobre esta reforma e intentar evitarla.
El pasado domingo, un hombre de entre 50 y 60 años se quemó a lo bonzo en una de las principales estaciones de Tokio en protesta por la polémica reinterpretación de la Constitución pacifista, redactada durante la ocupación de EEUU tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Como parte de este movimiento que se opone al cambio constitucional, un grupo de ciudadanos propuso el artículo 9 de la Carta Magna nipona, por el cual Japón renuncia a tener Ejército y a declarar la guerra a otro Estado, como candidato al premio Nobel de la Paz este año.
La polémica medida de Abe, que se aprueba en medio de las disputas territoriales con China y las amenazas de Corea del Norte, busca lograr que Japón pueda ejercer un derecho de "auto-defensa colectiva".
Entidades
Japón podrá intervenir militarmente