
La opositora birmana Aung San Suu Kyi y el norteamericano John Yettaw, que se presentó en su casa en mayo pasado, infringiendo con ello varias leyes, según el régimen militar, van a recurrir sus condenas, según han anunciado este miércoles sus abogados.
El arresto domiciliario de Suu Kyi fue prolongado este martes otro año y medio, un veredicto que causó gran indignación a escala internacional, y Yettaw fue condenado a penas de siete años de reclusión y trabajos forzosos.
Nyan Win, abogado de Suu Kyi y portavoz de la Liga Nacional para la democracia (LND), ha declarado que el equipo de defensa de la opositora no está "satisfecho" con la sentencia dictada. "Pensamos que este juicio es totalmente contrario a la ley", ha aseverado Nyan Win, para afirmar que recibió indicaciones de Suu Kyi de cara a presentar recurso contra la condena este mismo miércoles si el equipo recibe rápidamente una copia del veredicto.
Una vida sin libertad
Suu Kyi, de 64 años, Premio Nobel de la Paz, ha vivido privada de libertad 14 de los últimos 20 años. La oposición está convencida de que la condena de este martes tiene como objeto apartar a Suu Kyi del paisaje político antes de las controvertidas elecciones prometidas por la junta para 2010.
Por su parte, Khin Maung Oo, abogado de Yettaw -el mormón de 54 años que extrañamente ha conseguido nadar hasta la casa de la opositora-, también anunció su intención de presentar recurso, "etapa por etapa", contra la severa condena de su cliente.
Si es necesario, dijo, "escribiremos al número uno de la junta, el generalísimo Than Shwe, "para que Yettaw sea expulsado" de Birmania.
Pekín respalda a Birmania
Y en contra de la comunidad internacional, el Gobierno chino ha pedido que se respete la "soberanía judicial" de Birmania. El portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Jiang Yu, explicaa través de un fax que su país, como vecino de Birmania, espera que todas las partes en conflicto dialoguen de cara a avanzar en la "estabilidad, democratización y desarrollo". "Esto no afecta sólo a los intereses de Birmania, sino que supone también un beneficio para la estabilidad regional", agregó.
Las declaraciones de Jiang representan la primera reacción pública de Pekín a la sentencia contra Suu Kyi y, en vista de la postura, todo apunta a que las autoridades chinas no respaldarán ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas nuevas sanciones contra la Junta Militar birmana.
"En relación a los casos domésticos, la sociedad internacional debería respetar por completo la soberanía judicial de Birmania", afirmó el portavoz del Ministerio chino.