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El jucio de Mursi se aplaza hasta el ocho de enero

El tribunal ha levantado este lunes la sesión del juicio contra el depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi debido a que el procesado se ha negado a vestir el uniforme de acusado como le pedía el juez. Además, el juicio se ha aplazado hasta el 8 de enero.

La primera sesión del juicio, en el que también son procesados otros 14 dirigentes de los Hermanos Musulmanes por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes en diciembre pasado, duró apenas una hora.

El depuesto presidente egipcio, Mohamed Mursi, y el resto de dirigentes islamistas acusados llegaron hoy a la Academia de la Policía, en El Cairo, para ser juzgados por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes en diciembre pasado.

Según informaron fuentes de seguridad, un helicóptero trasladó a Mursi a la sede del tribunal, a las afueras de la capital, desde el lugar desconocido en el que está retenido por los militares desde su derrocamiento el pasado 3 de julio.

Los otros catorce inculpados, entre ellos el vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ) -brazo político de la Hermandad-, Esam al Arian, y el miembro de su Ejecutiva Mohamed Beltagui, llegaron a la corte en vehículos blindados y entre grandes medidas de seguridad.

Las fuerzas del orden cortaron al tráfico la carretera que conduce desde la cárcel de Tora, donde se encontraban presos estos catorce dirigentes islamistas, hasta la Academia de la Policía para evitar eventuales ataques.

Protestas contra Mursi

Las medidas de seguridad son muy estrictas en torno a la Academia de la Policía, donde varios cientos de simpatizantes de Mursi se han congregado para expresar su rechazo al proceso. Un total 20.000 efectivos de la Policía y las Fuerzas Armadas se han desplegados en los alrededores del tribunal y lanzaron gases lacrimógenos contra la mullid.

Las fuerzas de seguridad se han apostado en las carreteras que comunican con la sede judicial, y reforzado patrullas y puestos de control en el país, ante el temor a que las protestas convocadas por los partidarios de Mursi deriven en nuevos disturbios.

La policía egipcia ha llegado a lazar gases lacrimógenos contra los cientos de partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi congregados que impedían el paso en la entrada de la Academia de la Policía.

Mursi y el resto de procesados afrontan cargos por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes y en los incidentes desatados en los alrededores del palacio presidencial de Itihadiya el 5 de diciembre del año pasado.

Sobre Mursi pesan además otros cargos cuyos juicios todavía no han sido fijados, como los de conspirar con el grupo islamista palestino Hamás, atacar a las fuerzas de seguridad e insultar al poder judicial.

Los Hermanos Musulmanes denunciaron ayer en un comunicado que el juicio es como si "la traición juzgara la honestidad" o "la dictadura a la democracia", y pidió que siga la "lucha pacífica" contra el Ejército egipcio.

No reconocen al tribunal

El depuesto presidente no reconoce la autoridad del tribunal encargado de juzgarlo -la Corte Penal de El Cairo, presidida por el juez Ahmed Sabri-, por lo que su equipo legal asiste al juicio solo como observador, pero no para defenderle, informaron esta semana los Hermanos Musulmanes.

Sin embargo, las autoridades egipcias impidieron entrar a la Academia de la Policía en El Cairo a la mayoría de los miembros del equipo legal del depuesto presidente.

Un portavoz de la cofradía, Islam Taufiq, informó de que solo siete de los treinta integrantes del equipo legal pudieron ingresar en la sede judicial.

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