
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado en un informe publicado la muerte de al menos 72 civiles: 28 hombres, 20 mujeres y 24 niños en ocho ataques aéreos llevados a cabo por la OTAN en el marco de la campaña de 2011 en Libia, al tiempo que ha instado a la organización internacional a investigar lo ocurrido.
En el informe 'Muertes no reconocidas: víctimas civiles durante la campaña aérea de la OTAN en Libia', de 76 páginas, HRW documenta la muerte de 72 civiles en ocho ataques aéreos de la OTAN, basándose en investigaciones sobre el terreno, que incluyen entrevistas con testigos y residentes.
El incidente más grave se produjo el 8 de agosto de 2011 en la localidad de Majer, ubicada 160 kilómetros al este de Trípoli, donde murieron 34 civiles y más de 30 resultaron heridos por los bombardeos de la OTAN contra dos complejos residenciales, en uno de los cuales se alojaban decenas de personas desplazadas.
La OTAN ha afirmado que los complejos eran "una base de operaciones y un campamento militar" de las fuerzas del ex líder libio Muamar Gaddafi, sin aportar más detalles. En las cuatro visitas que HRW realizó a Majer, una de ellas un día después del ataque, solo encontró una camiseta militar como prueba de la presencia de uniformados.
Objetivos de naturaleza militar
Funcionarios de la OTAN han asegurado a HRW que todos sus objetivos eran de naturaleza militar y, por ende, legítimos. Sin embargo, no se ofreció información concreta para respaldar tales afirmaciones, indicando solamente que los sitios eran "centros de comando y control" o "bases de operaciones militares".
En este contexto, la organización humanitaria recuerda que, conforme al derecho de guerra, las partes de un conflicto solamente pueden atacar objetivos militares y deben tomar todas las precauciones posibles para minimizar el daño a los civiles, así como que los gobiernos están obligados a investigar las denuncias e indemnizar a las víctimas de los ataques ilícitos.
Por ello, ha instado a la OTAN a investigar todos los ataques potencialmente ilícitos y a informar de sus conclusiones al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, dado que fue el organismo que autorizó la intervención militar en Libia. Además, ha propuesto que la organización internacional trate este tema durante la cumbre que celebrará en Chicago entre el 20 y el 21 de mayo.
La OTAN ha argumentado que no puede investigar la muerte de civiles en Libia con posterioridad a los operativos debido a que no cuenta con mandato para actuar en el país. HRW replica que la organización internacional no ha solicitado autorización para ello al Gobierno interino.