Africa

Una joven espió las instalaciones militares del régimen libio

Rebeldes libios se aproximan a Sirte. Foto: EFE

La campaña de bombardeos que ha llevado a cabo la OTAN y que ha contribuido a debilitar de forma decisiva al régimen de Muamar Gadafi contó con un actor secreto: una joven de 24 años libia que pasó meses espiando las instalaciones militares y pasando la información detallada a la Alianza.

La mujer, que ha operado bajo el nombre en clave 'Nomidia', empleó métodos elaborados para evitar su captura, cambiando de forma constante su localización, usando numerosas tarjetas de teléfono SIM y escondiendo sus actividades de todos salvo los miembros más cercanos de su familia.

Su mejor protección para evitar el arresto por parte de las fuerzas de seguridad de Gadafi era su sexo: como mujer joven en la conservadora sociedad musulmana libia, nunca sospecharon de ella. "No estaba en el radar", ha explicado la joven, una ingeniera, en declaraciones a Reuters en un hotel de Trípoli. "Estaban concentrados más en los chicos y era casi imposible que pensaran que una chica estaba haciendo todo esto", ha señalado.

"Era una fuente muy importante y muy fiable"

Nomidia ha hecho estas declaraciones a Reuters con la condición de que su verdadera identidad no sea revelada ya que aunque Trípoli está ahora bajo el control del Consejo Nacional de Transición, todavía quedan fuerzas leales a Gadafi que podrían intentar atacarla a ella o su familia.

El relato que ha ofrecido sus actividades ha sido corroborado por otras dos personas que formaban parte de la red clandestina contra Gadafi y que le ayudaron a enviar los detalles sobre las fuerzas de seguridad libias. "Era una fuente muy importante y muy fiable", ha señalado Osama Layas, un forense que también era miembro de la red.

"No pude evitarlo cuando vi lo que Gadafi hizo"

Cuando Nomidia comenzó sus actividades hace cinco meses, las líneas telefónicas estaban vigiladas, los mensajes de texto de teléfonos móviles bloqueados y el acceso a internet solo estaba disponible en las oficinas gubernamentales y para los periodistas extranjeros que eran vigilados por el régimen en un hotel.

La joven ha explicado que se vio empujada a actuar tras ver el modo brutal en el que las fuerzas de Gadafi respondieron a las primeras protestas en algunas ciudades del país. "No pude evitarlo cuando vi lo que Gadafi hizo primero en Benghazi y luego en Misrata, Zawiya, Trípoli y las Montañas Occidentales", ha afirmado.

Su labor comenzó informando a la cadena Al Ahrar

Primero comenzó llamando a la cadena Al Ahrar, una televisión contraria al régimen con sede en Doha. Ante la poca información que salía de Trípoli, los productores sacaron su voz en antena, bajo el nombre de Nomidia, con relatos de lo que estaba sucediendo en la capital.

Pronto la joven llamó con detalles sobre las fuerzas militares que el canal mantuvo fuera de las ondas para evitar alertar al régimen, pero en lugar de ello comenzaron a pasar la información a la OTAN, a través de responsables en el CNT, según Lina, entonces productora de la cadena y principal contacto de Nomidia.

"Empleé doce tarjetas SIM y siete móviles diferentes"

La información de la joven consistía "básicamente en dónde almacenaban sus armas, sus tanques", ha indicado Lina, que pidió ser identificada solo por su nombre. "Hizo un trabajo increíble", ha subrayado, elogiando su "valentía".

Con la red telefónica vigilada, la parte más peligrosa de las actividades de Nomidia era hacer llegar la información sobre los objetivos. "Usé muchos teléfonos móviles, empleé doce tarjetas SIM y siete móviles diferentes", ha señalado.

En un momento dado, un empresario y miembro de la red anti Gadafi le dio un teléfono vía satélite, pero este también era un medio peligroso, ya que el Gobierno había prohibido su uso. Asimismo, cambiaba de ubicación con frecuencia. "Un día llamaba desde Tajura, otro día desde Souk al Jumaa", ha relatado, en referencia a dos barrios de la capital.

Al menos 16 personas trabajando como Nomidia

La OTAN reconoció sobre el terreno los objetivos para sus bombardeos empleando satélites y aviones no tripulados, pero esto tenía sus limitaciones, ya que en algunos casos las fuerzas de Gadafi escondían sus bases en edificios civiles, y no siempre se estaba seguro de que no hubiera civiles en los objetivos. Ahí es donde Nomidia y otros como ella entraban en acción.

"Tenemos a al menos 16 chicos trabajando para nosotros haciendo esto. Había una mujer que nos daba información", ha indicado Hisham Buhagiar, un alto responsable militar el CNT. "Esta fue una gran operación con muchas piezas pequeñas que no podría haberse realizado sin ninguna de ellas", ha reconocido.

Un portavoz de la OTAN ha dicho que no podía revelar detalles sobre quién pasó información sobre objetivos en Trípoli y cómo, pero ha reconocido que estas personas desempeñaron un papel valioso. "Ciertamente en cualquier misión como esta donde estamos intentando localizar y atacar (...) dependemos mucho de la Inteligencia y la vigilancia", ha señalado.

En su entrevista, Nomidia citó tres lugares que fueron bombardeados por la OTAN tras recibir su información: uno en el distrito de Salaheddin, donde las fuerzas de Gadafi almacenaban armas; otro un campamento militar en el barrio de Bawabit al Jibs; y un edificio de los servicios de Inteligencia en el distrito Sidi El Masri.

"La información sobre estos lugares procedía de oficiales de alto rango del Ejército que no estaban con el régimen, sino que apoyaban la revolución. Mi padre también es un oficial retirado, así que cooperaba con amigos e incluso familiares" que estaban en el Ejército, ha señalado.

"El régimen de Gadafi empleaba lugares civiles para almacenar armas (...) yo conducía mi coche e iba directamente al lugar y lo vigilaba, a veces durante horas, para asegurarme de que debía ser atacado", ha precisado la joven.

Desmintió la captura de Saif al Islam

Nomidia llegó incluso a tener una fuente dentro del complejo de Bab al Aziziya, en Trípoli, donde residía Gadafi y su familia y había numerosas dependencias oficiales. Cuando durante la toma de la capital se informó de que Saif al Islam, uno de los hijos de Gadafi, había sido capturado, su fuente le dijo que esto no era cierto.

"Me llamó y me dijo 'Lina, Saif está vivo, no le han capturado'", ha señalado la productora de la televisión con la que hablaba la joven. "Consiguió la información de dentro de Bab al Aziziya, tenía un contacto allí, y resultó ser cierto. Media hora después Saif estaba en la CNN", ha recordado.

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