
El subsecretario general de la ONU para las operaciones de paz, Alain LeRoy, ha asegurado que el presente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbabgo, utilizó un amago de negociación esta semana para que sus fuerzas ganaran terreno en el país africano.
"El martes nos contactaron para negociar una salida pacífica al conflicto. Fue un engaño para que sus fuerzas reforzaran sus posiciones", indicó LeRoy durante una conferencia de prensa en Naciones Unidas tras reunirse con representantes de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
Aseguró también que las fuerzas leales a Gbagbo todavía están en posesión de "muchas armas pesadas y las están utilizando ahora mismo contra la población", y destacó que, en el tiempo que pasó mientras trataban de negociar, sus fuerzas fueron capaces de "ganar terreno" y controlar los distritos de Plateau y Cocody.
"Usaron su oferta del martes como una trampa para nosotros. Dijeron que iban a negociar, pero de hecho estaban consolidando sus posiciones", aseveró LeRoy, quien reconoció además que la situación humanitaria en el país es "muy grave".
Además, informó de que "desde hace meses" Gbagbo no se ha comunicado por teléfono con los representantes de la ONU y que el intento de negociaciones de esta semana se realizó por medio de generales del Ejército y uno de sus ministros, pero "jamás directamente con él".
La intrahistoria de la negocación
LeRoy detalló que el pasado martes tres generales del Ejército de Ggbagbo y su titular de Asuntos Exteriores, Alcide Djedje, indicaron a la misión de la ONU en el país (Onuci) que querían negociar "una solución de paz", pero finalmente "Gbagbo se negó a aceptar ninguna apuesta de paz".
"Inmediatamente, al día siguiente, las fuerzas de Gbagbo empezaron a atacar de nuevo nuestros cuarteles generales y también a la población civil", explicó el subsecretario general de la ONU, que detalló que pronto se instaurará una comisión para investigar las violaciones de los derechos humanos cometidas en el país.
LeRoy aseguró que las afirmaciones por parte de las fuerzas de Gbagbo de que todo su armamento pesado ha sido destruido son "una mentira", ya que hay "pruebas y todo el mundo sabe que todavía hay muchas armas pesadas en sus manos y que las utilizan ahora mismo contra la población civil y en ocasiones contra nuestros cuarteles generales".
El subsecretario general reconoció que, después del martes, los generales del Ejército que habían mostrado su voluntad de rendirse y entregar el armamento pesado a la Onuci no se han vuelto a poner en contacto con las fuerzas de la ONU ni con los representantes del presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara.
LeRoy aseguró que el papel de la ONU en las negociaciones de esta semana fue de mediador entre las fuerzas de Gbagbo y las de Ouattara y que fueron éstas últimas las que pidieron al presidente saliente que reconociera su derrota por escrito, algo en lo que no tuvo que ver la organización internacional.
También dijo que la ONU tiene "muy claro" que nadie puede quedar impune ante las violaciones de los derechos humanos que ha presenciado el país africano, "sea del bando que sea", por lo que se espera a las investigaciones que dictaminen quiénes son los responsables de los numerosos casos detectados.
En ese sentido, se mostró complacido con el discurso pronunciado por Ouattara en el que dio la bienvenida a una investigación internacional al respecto.
Atacan la residencia del embajador francés
La residencia del embajador de Francia en Abiyán fue atacada este viernes con artillería pesada por militares leales al presidente marfileño saliente, Laurent Gbagbo, informó la Embajada francesa en un comunicado.
"El 8 de abril, a las 16.00 horas GMT (las 18.00 de la tarde hora peninsular española), la residencia fue atacada por dos morteros y un cohete desde las posiciones de las fuerzas aún leales a Gbagbo", indica la nota.
Momentos después de este ataque -el segundo en apenas 48 horas, según el comunicado-, un helicóptero de la operación francesa Licorne atacó las posiciones de los partidarios de Gbagbo, situados dentro del perímetro de la residencia presidencial, en el barrio de Cocody.
La Embajada de Francia precisó que, "de acuerdo con la resolución 1975 del Consejo de Seguridad de la ONU", la Misión de las Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI) y Licorne "tienen derecho a aplicar su mandato de prevención del uso de armamento pesado".
No es el primer suceso de este tipo que acontece en Abiyán en los últimos días después de que el pasado miércoles la residencia del embajador de Japón en la capital económica de Costa de Marfil sufrió una suerte similar, también a manos de los hombres de Gbagbo.
Cerca de cinco meses en crisis
La crisis marfileña comenzó después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el pasado 28 de noviembre, cuando Gbagbo, presidente de Costa de Marfil desde 2000, se negó a admitir su derrota frente a Alassane Ouattara y a cederle el poder, a pesar de la fuerte presión internacional para que deje la presidencia.
Alain Juppé, ministro de Asuntos Exteriores de Francia -ex metrópoli y parte activa en las negociaciones entre los bandos de Ouattara y del presidente saliente-, aseguró ayer que la caída de Gbagbo es "irremediable" y ocurrirá en "las próximas horas o en los próximos días".
Entretanto, el pueblo sufre y según denuncia la ONU, se han encontrado más de 100 cuerpos en las últimas 24 horas. Algunos fueron quemados vivos y otros lanzados a pozos, según afirmó este viernes un miembro de la ONU.