Francia vuelve a asegurar, tras las declaraciones de este miércoles del jefe del Estado Mayor francés, Edouard Guillaudm, que la caída del exdirigente de Costa de Marfil Laurent Gbagbo es "irremediable" y ocurrirá en "las próximas horas o en los próximos días". En este caso, es el propio ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, quien lleva la voz cantante. Una postura que, por el momento, Gbagbo prefiere evitar.
El jefe de la diplomacia francesa aseguró que el recurso la fuerza en Abiyán para desalojar a Gbagbo es "imputable" al propio exmandatario y que, después de solucionar la situación, Costa de Marfil tendrá que dedicarse a la tarea de "la reconciliación".
Asimismo, Juppé ha advertido que actualmente la cuestión que se plantea en Libia es "saber cuáles son las condiciones para que (Muamar) Gadafi se vaya".
Por el momento, Abiyán sigue siendo el telón de fondo de los movimientos de los leales a Alassane Ouattara, el presidente marfileño reconocido por la comunidad internacional. Las fuerzas de Ouattara no lograron tomar el miércoles en Abiyán el búnker donde está atrincherado el presidente saliente.
"Las Fuerzas Republicanas de Ouattara llegaron hasta 150 metros del portón de la residencia de Gbagbo pero no entraron", agregó. Tuvieron que "retirarse", dijo un vecino del barrio a la AFP a última hora de la tarde.
Por la mañana, la residencia del embajador de Japón en Abiyán fue atacada por "mercenarios" que dispararon cohetes y cañonazos, dijo a la AFP el propio Yoshifumi Okamura, que señaló asimismo la desaparición de cuatro miembros de su personal local
Por la noche, helicópteros de la fuerza francesa Licorne realizaron un operativo para rescatar al embajador japonés, en el mismo sector que la residencia del presidente saliente.