Las negociaciones que la ONU y Francia llevan a cabo para convencer al presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, de que deje el poder, al que se aferra a pesar de que perdió las elecciones del pasado noviembre en favor de Alassane Ouattara, están en punto muerto después de que Gbagbo se haya negado a firmar su rendición. Sin embargo, su dimisión puede ser inminente.
Así lo ha asegurado el jefe del Estado Mayor francés, Edouard Guillaud, que ha afirmado que la salida del dirigente es "una cuestión de horas". Mientras, las fuerzas de Ouattara prosiguen su acoso a la residencia de Gbagbo en Abiyán, la capital económica del país.
A Gbagbo "no le queda otra opción"
Guillaud ha apuntado que las negociaciones, que han sido intensas la pasada noche, continúan y ha señalado que a Gbago "no le queda otra opción" que rendirse y exiliarse. Según el jefe del Estado Mayor francés, el dirigente ha estado a punto de ceder en dos ocasiones; una el viernes y otra, el lunes.
Según algunas fuentes, Gbagbo se encuentra refugiado en un búnker situado bajo su residencia. Pese a su precaria situación, el dirigente se muestra desafiante y ha negado que esté negociando su rendición. "No estamos en la fase de negociación. Mi salida, ¿de dónde?, para ir ¿dónde?", ha dicho en declaraciones a la emisora de radio francesa RFI.
El consejero de Gbagbo afirma que la ONU bombardea su residencia
Y mientras la actividad diplomática sigue su curso, también lo hacen los combates. El consejero de Gbagbo, Toussaint Alain, ha asegurado que tropas de la ONU y del Ejército francés están bombardeando la residencia del presidente saliente.
"La residencia de Gbagbo está siendo atacada con armamento pesado y bombardeada por helicópteros del Ejército francés", ha señalado Alain en la cadena France 24. Varios testigos han confirmado el ataque.
La ONU continuará presionando