
Según ha estimado la entidad financiera gala, el precio de la vivienda en España experimentará un descenso del 5% en el presente ejercicio. La bajada será más pronunciada en 2009, cuando los pisos se venderán entre un 10% y un 15% más baratos. Crédit Agricole también ha realizado previsiones acerca del crecimiento del PIB, que estima se situará en el 0% el próximo año.
En el último número de su ECO Immobilier, una publicación con la que pasa periódicamente revista a los mercados inmobiliarios de los principales países europeos, Crédit Agricole inscribe esta caída del precio de la vivienda en el contexto de la fuerte ralentización de la economía española, que, según sus cálculos, crecerá sólo un 1,4% en 2008 y un 0% en 2009, en contraste con el crecimiento del 3,8% logrado en 2007.
Con todo, la caída de precios inmobiliarios de España no es la mayor entre las grandes economías europeas, puesto que para Gran Bretaña las estimaciones de Crédit Agricole son de un descenso del 15% en 2008 y de entre un 10% y un 15% adicional en 2009.
Vivienda sobrevalorada
El abaratamiento de la vivienda en España responde a que, según Crédit Agricole, los precios "habían llegado a estar claramente sobrevalorados, del orden de un 20% a un 30%", hasta el punto de elevar la tasa de esfuerzo medio para comprarse un piso por encima del 40% de los ingresos familiares.
Todo ello fue acompañado de un crecimiento desbordado del endeudamiento familiar vinculado a la contratación de hipotecas y de "comportamientos especulativos" que se desarrollaron en el sector inmobiliario de "algunas regiones".
Para mantener viva la actividad inmobiliaria en esas condiciones, se concedieron créditos "de una duración bastante larga y esencialmente a tipo variable", advierte Crédit Agricole, que puntualiza, no obstante, que "en España no existe un segmento de hipotecas subprime".
Para la entidad francesa, el Gobierno español ha podido aplicar "una serie de medidas de apoyo: deducciones fiscales, ayudas a los hogares muy endeudados y a los parados, reducción del impuesto de sociedades, supresión del impuesto del patrimonio" con el fin de "evitar una espiral recesiva y gracias al margen de maniobra de que dispone en materia presupuestaria"
El apoyo a la construcción, "favorecerá el crecimiento y el plan de sostenimiento del sistema bancario limitará el riesgo de contracción crediticia. Pero esto no impedirá una sustancial corrección del mercado para absorber una oferta que se ha vuelto sobreabundante", sostiene Credit Agricole.