
En España, el precio de la vivienda ha registrado profundas rebajas desde sus máximos, registrados durante el boom del ladrillo. Y, tras años desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, los inmuebles continúan abaratándose. Sin embargo, el mercado inmobiliario español continúa inflado y está lejos de su "valoración justa".
Así lo afirma The Economist en vista de su último indicador de precios, que constata una "caída libre" de los precios de la vivienda en varios países de todo el mundo. De acuerdo con este índice, hasta 12 de los 21 países analizados se han anotado caídas interanuales, mientras que en otros cinco los repuntes son inferiores a los que se presentaron hace un año.
"Tras años de vertiginosos ascensos, han sido golpeados por una gran dosis de gravedad", apunta. De esta forma, la vivienda en muchos casos se acerca a su "valor justo", que la revista define como la proporción media, a largo plazo, entre los precios de la vivienda, la renta de las familias y los alquileres.
Aún deben caer más
España es uno de estos afectados por la fuerza de la gravedad, pero las bajadas no han sido suficientes para llevar el valor de las casas a un nivel de equilibrio. "Aunque ya han caído alrededor de un 23% desde su pico, se mantienen muy por encima de su 'valoración justa'", apunta The Economist, que recuerda que las propiedades en Irlanda siguen cayendo pese a que ya se han reducido a la mitad y unas 294.000 viviendas permanecen vacías. ¿Ejemplo para España? Irlanda comienza a demoler ciudades fantasma.
La distorsión del mercado inmobiliario español se hace más evidente todavía si se observa el "grave estado" de la economía del país, sumido en una recesión y con una tasa de paro del 24,63% según los datos de la última EPA, correspondiente al segundo trimestre, lo que representa "un cuarto de su población activa", apunta la publicación.
De esta forma, concluye que la opción más probable es que los precios caigan todavía más en los próximos meses.