
Hace dos semanas el ministro de Economía Luis de Guindos presentaba la nueva reforma. Según sus palabras "los bancos dejarán de hacer de inmobiliarias y se dedicarán a captar pasivo y dar crédito".
Ayer mismo el Congreso convalidaba la reforma financiera con amplio apoyo de la oposición. Con ella se pretende conseguir un saneamiento adicional de 52.000 millones de euros de los activos inmobiliarios del sistema bancario español.
Las coberturas de los activos recibidos en pago de deudas deben ser del 80% para los conceptos de suelo, del 65% para las promociones en curso y del 35% para las promociones terminadas.
De tal manera que lo más probable es que esta reforma provoque un nuevo proceso de fusiones porque habrá entidades que no puedan hacer frente a las dotaciones por sí solas. La propia reforma, da más facilidades a las entidades para que se fusionen ofreciendo un mayor plazo de integración.
Consecuencias de la reforma financiera
En términos generales, los valores de las viviendas que forman parte de los balances de las entidades se verán reducidos. Esto ocurrirá porque al realizar la provisión el valor del activo se reducirá por el valor de la provisión.
Si, por ejemplo, un banco se adjudica una vivienda por valor de 100.000 euros, este no será el valor del activo en el balance, sino que tendrá que hacer una provisión del 35%. Por lo que el valor del inmueble pasará a ser de 65.000 euros en su balance.
Como consecuencia los bancos tendrán más interés todavía en vender dichos inmuebles y así reducir sus pérdidas.
Para ello, es muy probable que una de las estrategias seguidas por los bancos sea reducir el precio de venta de los inmuebles igualándolo al valor real que figura en el balance, haciéndolo más atractivo para los compradores.
Por tanto, es probable que apliquen una estrategia inmobiliaria más agresiva, con "ofertas" en los precios de sus pisos. Posiblemente esto provocará que el resto de inmuebles deban bajar los precios de las viviendas para conseguir hacer frente esta dura competencia.
Hipotecas preferentes
Por otro lado, seguirán con la estrategia de hipotecas preferentes, ya que sigue siendo su señuelo estrella para atraer potenciales compradores de sus inmuebles. Seguirán ofreciendo, en la medida de lo posible, intereses por debajo de los que se ofrecen al comprar una vivienda por otros canales. Además de ofrecer financiación de hasta el 100% de la compraventa, más gastos en muchos casos.
En resumen, en el año 2012 se presume que habrá una fuerte actividad inmobiliaria por parte de los bancos para ir reduciendo el stock de viviendas en sus balances. Lo que hace que no sea descartable encontrar ofertas inmobiliarias muy atractivas y con facilidades para obtener financiación. La gran cuestión que habrá que ver es cómo afecta todo este proceso a inmobiliarias y particulares que quieran vender otras viviendas, ya que a priori parecen que serán los más perjudicados.