
EEUU sigue desesperado por revivir su moribundo mercado de la vivienda. En una nueva medida, dos senadores están preparando un borrador de ley para conceder el visado a los inmigrantes que gasten al menos 500.000 dólares en propiedades inmobiliarias en el país.
Esta medida se incluiría dentro un paquete más amplio de medidas sobre inmigración y está siendo preparado por el demócrata de Nueva York Charles Schumer y el republicano de Utah Mike Lee. Esta ley buscaría una mayor inversión extranjera en EEUU.
En algunos estados como California, Florida y Arizona, los extranjeros, especialmente chinos y canadienses, suponen una parte cada vez mayor de la inversión inmobiliaria, aprovechándose tanto de la caída de precios y la falta de demanda local como del cambio favorable, dada la debilidad del dólar frente a algunas monedas, según recoge el diario The Wall Street Journal.
Para incrementar esta demanda extranjera, se ofrecerán visados para todos aquellos que compren algún tipo de activo inmobiliario residencial. Además, no será sólo para aquellos que lo gasten en una sóla casa, sino que si compran una de 250.000 dólares y el resto en otro tipo de activos inmobiliarios para el alquiler, también se recibirá el visado.
Esta medida complementaría los actuales programas que dan el visado a aquellos extranjeros que inviertan en un negocio en EEUU que cree empleo.
Los políticos que respaldan esta medida esperan acabar así con el exceso de stock en un momento en el que la demanda estadounidense se mantiene baja por el miedo a perder el empleo o a asumir muchas pérdidas vendiendo su actual vivienda. "Es una forma de crear más demanda sin que le cueste al estado un solo níquel", explicó en una entrevista el senador Schumer.
En el último año los extranjeros invirtieron 82.000 millones de dólares en vivienda en EEUU, una subida del 24% respecto a los 66.000 millones del año anterior, según la National Association of Realtors.
Estos nuevos inmigrantes, eso sí, no podrán obtener un permiso de trabajo a menos que lo obtengan por los trámites habituales. Además, podrán traer a su cónyuge y a todos los hijos menores de 18 años, pero perderán sus derechos si venden la vivienda.
Estos nuevos visados serán distintos de los actuales para que no interfieran en los actuales programas. No habrá límites para estos nuevos visados obtenido vía compra de vivienda.
Esta idea ya ha tenido el apoyo público de personalidades como Warren Buffett, que este verano lanzó la idea de intentar atraer a inmigrantes ricos para que compraran viviendas.
La medida, según los expertos, podría tener también efectos psicológicos en los compradores estadounidenses, aunque parece que está enfocada principalmente en los nuevos ricos chinos, dada lo difícil que es para ellos conseguir un visado. Para otros, como los canadienses, esto no supondrá apenas un incentivo.