
Los comerciantes de la Comunidad Valenciana acabarán la legislatura sin la prometida reforma de la ley de Comercio para ampliar de forma ordenada los horarios comerciales. La falta de acuerdo entre grandes y pequeñas empresas y, sobre todo, la indecisión del Gobierno de Alberto Fabra, han provocado que sean el Gobierno, los alcaldes y otros organismos los que estén liberalizando de forma parcial, desigual y a veces injusta.
Los últimos han sido un juez de lo contencioso administrativo y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a favor de comercios a los que se excluyó de la libre apertura en Valencia capital.
Tras estas resoluciones, el conseller de Economía y Comercio, Máximo Buch, ha acelerado los contactos para presentar este mes un anteproyecto de ley, pero en la Conselleria reconocen que es imposible aprobarla en esta legislatura, ya que las Corts se disuelven a finales de marzo. El retraso de la Generalitat se explica en parte porque quería una ley de consenso, pero el diálogo se rompió el pasado mes de septiembre, con tiempo para sacar adelante la ley.
"Es una pena, porque si hubiésemos llegado a un acuerdo, sobreviviríamos a unas elecciones que lo pueden cambiar todo, porque saliera el gobierno que saliera, ninguno se atrevería a tocar un acuerdo unánime", lamenta la presidenta de la Confederación de Empresarios del Comercio Valenciano (Cecoval), Isabel Cosme.
El acuerdo estuvo cerca de alcanzarse con una propuesta de la asociación de grandes empresas Anged, consistente en ampliar de 11 a 16 festivos la libre apertura en toda la Comunidad a cambio de que Valencia capital redujera su amplia zona turística a sólo el centro histórico, pero no todos lo aceptaron.
La vía judicial
Los problemas se arrastran desde finales de 2012, cuando la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, decidió permitir la apertura los 365 días al año en cuatro grandes áreas de la ciudad que incluían casi todas la grandes superficies y centros comerciales.
Lo hizo alegando que eran zonas turísticas -muchas no lo eran-, al amparo del real decreto 20/2012 del Gobierno de Rajoy, que obligaba a 14 capitales a liberalizar los horarios en lo que considerasen zonas de interés turístico.
Esta liberalización no sólo enfadó al pequeño comercio, sino también a los pocos grandes que se vieron excluidos. Uno de ellos, Media Markt, es el que ha logrado, dos años después, que un juez considere "arbitraria" la decisión del Ayuntamiento y le permita abrir.
Por su parte, el Centro Comercial Gran Turia, enclavado en el casco urbano de Valencia pero perteneciente al término municipal de Xirivella, acudió a la CNMC al no obtener de la Conselleria la calificación de zona de Gran Afluencia Turística (GAT) para esa parte aislada de Xirivella, y el supervisor de la Competencia dictaminó que la aplicación "arbitraria" de los criterios de zona de GAT en Valencia "perjudican gravemente a la Asociación de Comerciantes de Gran Turia".
Lo hizo con un informe en el mismo sentido de la Secretaría del Consejo Nacional para la Unidad de Mercado, dependiente del Ministerio de Economía. Tras el requerimiento de Competencia, que la Generalitat no va a atender, la CNMC tiene dos meses para interponer un recurso ante la Audiencia Nacional, cuya presentación supondría la automática suspensión de la norma recurrida, en este caso la que afecta a Gran Turia.
Esto ha provocado que varias empresas y centros comerciales de los alrededores de Valencia hayan anunciado recursos por alguna de estas dos vías, entre ellas Ikea, que inauguró su tienda el pasado mes de junio con el compromiso verbal de poder abrir los festivos y no pudo hacerlo al echarse atrás el Ayuntamiento de Alfafar, sin que la Generalitat pudiera evitarlo al no haber cambiado la ley.
Cambio de postura
El recurso de los grandes a la vía judicial ha causado malestar en la Conselleria, partidaria de legislar con consenso. De hecho, la postura de la Generalitat ha cambiado radicalmente.
Si en septiembre de 2013 Alberto Fabra anunciaba una liberalización total para aquellos alcaldes que lo solicitasen, aunque no tuvieran turistas, la idea ahora es apoyar a los pequeños comerciantes frente a las grandes superficies y delimitar qué se considera zona turística, acotando la potestad de los ayuntamientos.
Lo que se pretende, según fuentes de la Conselleria, es dejar un proyecto que sirva de base al Gobierno que salga de las urnas. En cualquier caso, no habrá ley antes de 2016 y, probablemente, sin consenso.
Cronología
Julio 2012: Decreto 20/2012. El Gobierno obliga a 14 grandes capitales, entre ellas Valencia y Alicante, a delimitar antes de seis meses unas zonas de interés turístico donde habrá libertad de horarios.
Diciembre 2012: Valencia, a lo grande. El Ayuntamiento de Valencia aprovecha el decreto estatal para liberalizar el comercio en casi toda la ciudad, con cuatro amplias zonas "turísticas" que incluían casi todas las grandes superficies y centros comerciales.
Septiembre 2013: Fabra promete. En el Debate de Política General, Alberto Fabra anuncia una ley para liberalizar el comercio todo el año, como en el decreto estatal -en la norma autonómica es sólo en Semana Santa y verano- en los municipios que se declaren turísticos. El cambio legal nunca se aprobó.
Mayo de 2014: Problema con Ikea. Ikea pacta con la Generalitat y el Ayuntamiento de Alfafar que podrá abrir los domingos de verano y Pascua al declararse "turístico" el municipio, pero el alcalde se echa atrás. La ley autonómica lo ampara frente a la Generalitat.
Diciembre 2014: Competencia interviene. Competencia insta a la Generalitat a revisar su normativa porque perjudica a comercios de zonas limítrofes con las áreas liberalizadas. Si no la cambia, la recurrirá.
Enero 2015: Varapalo judicial. Un juez obliga al Ayuntamiento de Valencia a incluir la mayor tienda de Media Markt en las zonas liberalizadas, al considerar que la delimitación se hizo de forma "arbitraria".