Comunidad Valenciana

Bancaja se enfrenta a Rato al rechazar volver a auditar sus cuentas de 2010

  • BFA aprobó volver a auditar las cuentas previas a la fusión
  • Rato quiere aumentar el peso de Caja Madrid en el grupo
  • Olivas reprende a los representantes de Bancaja en BFA
Rodrigo Rato y José Luis Olivas, el pasado 9 de febrero. Foto: Efe

El largo desencuentro entre Bancaja y el grupo Bankia/BFA se destapó la noche de este martes al decidir la entidad valenciana emitir un comunicado para rechazar la decisión de Banco Financiero y de Ahorros (BFA) de realizar una auditoría de la caja "que supondría lesionar los intereses de Bancaja en el banco por un supuesto incumplimiento del contrato de integración", según la nota.

El consejo de administración de Bancaja decidió impugnar dicho acuerdo, tomado el pasado 7 de febrero por unanimidad, con los votos de tres de los seis representantes de Bancaja en el consejo de BFA -otros dos no estuvieron en la reunión y un sexto se ausentó antes de la votación-, quienes forman parte del consejo de Bancaja.

Según el comunicado, BFA ha propuesto "el nombramiento de un auditor, con el objetivo de que se pronuncie sobre la existencia de tal incumplimiento en relación a la valoración del Banco de Valencia y su evolución tras la intervención por el Banco de España el 21 de noviembre de 2011".

Según fuentes conocedoras de la operación, la intención de Bankia es reequilibrar el poder de sus siete cajas integrantes. La nueva valoración la contempla el contrato de fusión sellado a finales de 2010 y podría afectar al peso de Bancaja, en favor de los restantes socios.

El principal beneficiado sería Caja Madrid, que cuenta con el 52,06 por ciento del accionariado de BFA, Por su parte, la entidad valenciana dispone del 37,7 por ciento. El protocolo de la integración contempla una cláusula que establece la posibilidad de revisar los activos aportados por cada socio, que allanaría el camino para reestructurar el peso de las siete cajas en el grupo.

Con la auditoría también se pretende desvelar si hubo omisión de los datos reales sobre la situación de Banco Valencia, que tuvo que ser asistido por la matriz por su problemas de liquidez hasta poco antes de su intervención, el 21 de noviembre. El domingo pasado, el supervisor desveló un agujero de 886,8 millones de euros en las cuentas y redujo su patrimonio en más de dos tercios.

BFA tenía los derechos políticos del 39 por ciento del banco, pero en octubre de 2011 decidió reclasificar la participación como inversión financiera y declarar solo el 27 por ciento que realmente posee. El grupo ha provisionado ya todas las pérdidas por esta filial.

Bancaja recordó tras su reunión que la valoración de los activos en el proceso de fusión de las siete cajas fue auditada "con las máximas y mismas garantías" por Deloitte y aprobada por el Banco de España.

Tirón de orejas a los consejeros

El consejo de Bancaja decidió también "emitir a los consejeros de Bancaja presentes en el consejo de BFA una comunicación, exigiéndoles que cumplan las obligaciones inherentes a su condición de representantes de Bancaja en el órgano de gobierno del banco, y que subsanen cualquier situación de conflicto de intereses".

Es una prueba del malestar que causó la votación a Olivas, quien fue forzado a renunciar a las vicepresidencias de BFA y Bankia tras la intervención del Valencia, entidad que presidía hasta su dimisión, el pasado 28 de octubre.

Por otro lado, el consejo aprobó el nombramiento de Aurelio Izquierdo como director financiero, con la responsabilidad de la gestión y control del patrimonio de Bancaja. Izquierdo, ex director general en excedencia, había pedido el reingreso tras su corto periplo por Bankia y el Banco de Valencia.

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