Transportes

El transporte urbano en Barcelona y Madrid, entre los mejores del mundo

Foto: Archivo

La movilidad urbana es la clave del funcionamiento diario de una ciudad, y Madrid y Barcelona se sitúan entre las 25 ciudades del mundo más sostenibles en movilidad urbana, ocupando el 21º y 24º en el Índice sobre Ciudades Sostenibles en materia de Movilidad 2017. | Más noticias en la revista digital gratuita elEconomista Buen Gobierno y RSC.

Se trata de un índice que analiza la movilidad en 100 ciudades del planeta y dentro del ranking, entre las 10 ciudades evaluadas como más sostenibles en materia de movilidad a nivel global, siete corresponden a ciudades europeas.

No obstante, el ranking global lo lidera Hong Kong, gracias a su innovadora red de metro y al elevado uso del transporte público, seguida de Zúrich y París, por su rendimiento en infraestructuras, la eficiencia de su red de metro y su compromiso con la tecnología ecológica.

Dentro de las ciudades analizadas con estos indicadores a lo largo de todo el mundo, en España, Barcelona y Madrid son las ciudades objeto de estudio.

Dos estrategias diferentes

El transporte urbano en Madrid y Barcelona es más asequible que en otras ciudades europeas como pueden ser Londres o Ámsterdam, midiendo la relación de precios de las redes de transporte en comparación con la economía local.

Además, es destacable la implicación de los sistemas de transporte público en la población, puesto que ambas obtienen resultados positivos gracias a la digitalización de las redes de transporte, que hace más sencillo el uso de la misma. Estas posiciones se han afianzado gracias, en parte, a las mejoras realizadas en el transporte, que favorecen la adaptación de los sistemas a las personas de movilidad reducida.

En cuanto al impacto ambiental de los sistemas de transporte de Madrid y Barcelona, el estudio destaca la proactividad de ambas ciudades de cara a incentivar la compra y uso de vehículos eléctricos, así como las medidas establecidas para reducir la contaminación del aire y las emisiones derivadas del transporte. También, se subraya que las tendencias en movilidad son diferentes en ambas ciudades: mientras que en Barcelona una gran mayoría de la población prefiere caminar o el uso de la bicicleta para ir al trabajo, en Madrid todavía no es una costumbre tan extendida.

A pesar del buen rendimiento de ambas ciudades en el índice, en lo referente al horario de apertura del transporte público se sitúan por debajo de ciudades europeas como Londres, que cuenta con un horario de funcionamiento más amplio, lo que les hace perder puntos en uno de los marcadores clave.

Por ello, no solo las ciudades españolas necesitan avanzar en materia de tiempo. De cara a la eficiencia y seguridad de los sistemas de movilidad necesarios para facilitar el crecimiento y el desarrollo empresarial, ambas ciudades se quedan atrás en comparación con otras urbes.

La firma global en diseño y consultoría para activos naturales y construidos Arcadis y el Centro para la Investigación Económica y Empresarial (CEBR) basan este índice en 23 indicadores individuales, que representan componentes de movilidad urbana e incluyen desde el compromiso de gasto público para infraestructuras hasta la asequibilidad del transporte público.

La movilidad urbana eficiente permite a las personas fluir a través de una ciudad; eso conecta a trabajadores, industrias e ideas, y proporciona una base para el crecimiento económico. Para visitantes y lugareños, el transporte y la infraestructura móvil forman parte fundamental de cualquier ciudad. Cada vez más, las urbes se enfrentan a enormes presiones en su búsqueda de la movilidad.

Los indicadores se agrupan en tres subíndices: Personas, Planeta y Beneficio. La combinación de estas métricas y subíndices individuales genera una puntuación global en el índice y ofrece un escenario del estado actual del entorno de movilidad urbana de cada ciudad.

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