
Pocas veces un acuerdo ha contentado a tantas partes como el que alcanzó el pasado mayo Aena y la mayoría de las aerolíneas españolas. Tras más de tres años de polémicas por la subida de las tasas aeroportuarias, el gestor público de los aeropuertos y el sector firmaron un pacto que beneficia a todos y que, pese al incremento, permite a la compañía pública seguir ofreciendo las tarifas más competitivas de los grandes aeropuertos de Europa, siendo en la mayor parte de los casos la mitad de caras que el resto de las infraestructuras aeroportuarias del Viejo Continente.
La pax tarifaria llega en un momento crucial para el futuro del turismo del país y se modula con una fórmula que beneficia a ambas partes. Tras varios años de una subida de IPC más cinco puntos -incremento permitido por Bruselas para compensar las inversiones millonarias de 14.000 millones en los aeropuertos españoles-, Aena bajará a partir de 2014 el pistón para dar aire a las compañías aéreas y suavizar las condiciones con el IPC más un punto el próximo ejercicio y un IPC más tres puntos en 2015, justo los años en los que se prevé la paulatina recuperación económica y en los que el negocio necesita un impulso.
Así, Aena dará un respiro en 2014 y 2015, pese a que la ley le permitía recuperar costes, con el tope antes comentado del IPC más cinco puntos. A cambio, el gestor aeroportuario se verá compensado en los años inmediatamente posteriores, cuando los expertos prevén que las aerolíneas ya hayan salido del bache.
En 2016, 2017 y 2018 volverá a dar una vuelta de tuerca a las tarifas para incrementarlas un poco más, aunque nunca llegará al límite que le permitía la ley, ya que sólo aplicará el IPC más cuatro puntos. Aun así, fuentes oficiales de Aena Aeropuertos aseguran a elEconomista Transporte que tras el plan de incremento de tarifas, las tasas aeroportuarias españolas seguirán siendo las más competitivas de Europa con mucha diferencia. Y los datos demuestran que desde luego tienen mucho margen para seguir siendo las más baratas.
Si se comparan las tasas aeroportuarias de Aena con las del resto del Viejo Continente cuando se empezó a aplicar la subida del IPC más cinco puntos las diferencias son espectaculares (ver gráfico adjunto), ya que de media las tarifas aeroportuarias españolas eran un 43,5% más baratas que en Europa. Existen muchos ejemplos que delatan esa enorme diferencia. Según datos ofrecidos por el gestor de los aeropuertos, el coste medio con el que partía una compañía que operara un vuelo europeo en el Aeropuerto de Madrid-Barajas era de 1.798 euros, una cifra que si se comparaba con Heathrow, Amsterdam o Charles de Gaulle, era 2,6 veces menor, ya que en estos tres hubs europeos una compañía aérea paga alrededor 4.756 euros por vuelo.
Si la misma comparación se realizaba con los vuelos intercontinentales, desde Madrid-Barajas las operaciones eran cuatro veces más baratas que las de sus homólogos europeos.
Es cierto que el incremento de tasas ha perjudicado sobre todo a las aerolíneas que operan desde Madrid y Barcelona y que en algunos vuelos han visto cómo su importe se duplicaba. Pero, aún así, siguen siendo precios muy competitivos para poder fomentar el turismo en el país, una de las piedras angulares de la economía española.
El acuerdo firmado entre Fomento y la mayoría de las aerolíneas -sólo Ryanair no lo ha rubricado, aunque tendrá que acatarlo de igual forma- muestra una especial atención a los pasajeros de conexión, uno de los mayores valores de la red aeroportuaria española, que tiene su punto de mira en las rutas hacia Latinoamérica, sobre todo desde Barajas. Así, la tarifa por pasajero de conexión -cliente que se supone no utiliza las infraestructuras de la misma manera que el que viaja hacia un destino final- se irá reduciendo del 20% de descuento hasta el 40% en 2016.
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