
Los más de 9.000 automóviles que cada día salen de las fábricas españolas están obligados a incluir el sistema de llamada de emergencia europeo desde el pasado 1 de abril. Se trata del denominado eCall, tecnología diseñada para agilizar las tareas de socorro en caso de accidente automovilístico.
Esta innovación se ha estandarizado en toda Europa, con la implicación de los fabricantes de vehículos, pero con una puesta en escena ajena a los operadores de telecomunicaciones. De hecho, las compañías de telefonía -siempre protagonistas en todo lo relacionado con la conectividad- no participarán directamente con sus tarjetas SIM en este nuevo negocio. Según explican fuentes de los fabricantes de automóviles, "se trata de tarjetas SIM blancas, que solo están programadas para realizar llamadas al servicio de emergencia europeo 112, pero no para cualquier otro tipo de comunicaciones".
El año pasado se fabricaron en España más de 2,8 millones de vehículos, de los que se exportaron 2,3 millones, el 84% de los ensamblados. Asimismo, las matriculaciones anuales registradas en España superaron los 1,24 millones de unidades. De este último dato se desprende que, desde el pasado 1 de abril, se activa a diario más de 4.000 tarjetas SIM.
Fuentes de la Comisión Europea estiman que la generalización del uso del eCall permitirá salvar más de 2.500 vidas cada año en el Viejo Continente. Este dispositivo llamará de forma automática al número de emergencias 112 en caso de accidente grave de tráfico. La iniciativa también reducirá de forma prodigiosa el tiempo de respuesta de la ambulancia y de los servicios de rescate más cercanos, lo que a su vez permitirá rebajar el 4% la cifra de las muertes y reducir más del 6% la gravedad de las lesiones. "Se calcula que puede acelerar la respuesta de los servicios de emergencia entre un 40% en áreas urbanas y en un 50% en zonas rurales", según fuentes de Bruselas.
Líneas M2M
Entre otros detalles, la nueva línea (máquina a maquina, M2M) de cada coche proporciona de forma automatizada "la localización exacta del vehículo, la hora del accidente y la dirección en que se viajaba (un detalle muy importante en el caso de las autovías), aún cuando el conductor esté inconsciente o no pueda hacer una llamada", según explican fuentes comunitarias. La tecnología también es capaz de informar del número de pasajeros del coche, a través de los cinturones de seguridad que se encuentren abrochados en el momento del impacto. Toda esa información se envía a los servicios de emergencia gracias a la conexión permanente de los automóviles con el sistema de navegación por satélite de la UE (Galileo) y la tecnología GSM.
Los distintos sensores del automóvil se encargan de activar la llamada de emergencia cuando se produce un fuerte impacto, un vuelco o si salta el airbag, por ejemplo. Además, el eCall puede activarse a voluntad a través de un botón.
Ante la creciente sensibilidad de los ciudadanos por preservar sus datos personales y no poner en riesgo su privacidad, los responsables del eCall ya han precisado que la llamada "solo transmitirá los datos que sean absolutamente necesarios en caso de accidente". Esa información, añaden, "solo saldrá fuera del vehículo en caso de accidente grave, y no será almacenada más tiempo del necesario".
La mayoría de los vehículos de media y alta gama del mercado ya incluyen el eCall en sus modelos desde hace años. Pero no es el caso de los coches más antiguos. Para éstos últimos, los usuarios pueden añadir el servicio de forma voluntaria, con la posibilidad de disfrutar de subvenciones comunitarias, cuyos primeras ayudas se repartirán a los interesados a partir del próximo 30 de septiembre.